La película de Daniel Hendler, estrenada en el Festival de San Sebastián, propone una mirada fresca sobre las personas mayores a partir de un caso real.
En la cultura del espectáculo y la veneración de la juventud, ser viejo es convertirse en lo no deseado. Las personas mayores viven más tiempo y en muchos casos de manera más activa que antes, aunque en la mayoría de las ocasiones deben enfrentarse a la incertidumbre económica, a sistemas de salud saturados y a la sensación de haber quedado un poco fuera de la conversación. Paradójicamente hay un imaginario en el que la vejez es territorio sagrado y pulcro. “Abuelos” bondadosos, no deseantes y amables. 27 Noches, a partir de una particularidad construye una nueva narrativa sobre los adultos mayores, incluyendo dos temas en extremo importantes: la autonomía y la salud mental.
Dirigida por el actor uruguayo Daniel Hendler, la película es producida por La Unión de los Ríos. Productora del director argentino Santiago Mitre.
La película está inspirada en el libro homónimo de Natalia Zito, en donde cuenta la experiencia real de la escritora y artista plástica Natalia Kohen. En el año 2005 (previo a la sanción de la Nueva Ley de Salud Mental), sus hijas junto con el diagnóstico de un médico psiquiatra, la declaran insana. Es internada en contra de su voluntad, el caso es llevado a juicio y finalmente resuelto. Dato de color: el médico era el reconocido Facundo Manes.

En la ficción, Marta Hafford (Marilú Marini) es una señora adinerada de 83 años. Sus hijas (interpretadas por Paula Grinszpan y Carla Peterson) al ver que está gastando su fortuna en arte y actividades que ellas consideran disparatadas deciden internarla en un centro psiquiátrico, lugar al que Marta no quiere ir. Ante esta injusticia, un juez debe determinar su condición de salud. Se asigna un perito, Leandro Casares (Daniel Hendler), que para realizar el informe debe compartir tiempo con la señora. En ese encuentro está puesto el eje de la trama. ¿Qué encontramos cuando nos disponemos a dedicarle tiempo a las personas mayores?
Esta no es la primera obra audiovisual que dirige Daniel Hendler. Si bien lo reconocemos desde su rol de actor en películas entrañables como “El abrazo partido” (Burman; 2004) o la serie televisiva “Graduados” (2012), tiene en su haber dos largometrajes previos: “Norberto apenas tarde” (2010) y “El Candidato” (2015). En “27 Noches” da muestra de sus características particulares como director: combina un estilo narrativo naturalista con diálogos ágiles y personajes imperfectos pero queribles. Construye universos en donde lo trivial cobra una dimensión más densa. Las relaciones familiares, las crisis de identidad y el deber ser, son los temas que profundiza en la historia de Marta Hoffman. Lo interesante es esa mezcla de ternura y absurdo, tratando de evitar los clichés, aunque a veces no lo logre.
La actuación de Marilú Marini es brillante. Es coherente que la intérprete sea una mujer de ochenta años en la vida real y no una actriz que haga el papel de. Sus movimientos, las arrugas del rostro, la manera de vestir tienen alma. Hay una escena, en la que ella lo invita a bailar a Cásares, el perito. Su danza muestra una nueva imagen sobre las vejeces: sensuales, vitales, transgresoras.

El elenco secundario, Julieta Zylberberg, Paula Grinszpan, Carla Peterson, construye con solidez ese coro de hijos bienintencionados, instituciones y aparatos burocráticos. Ninguno cae en la caricatura. Y esa contención permite que el conflicto quede más auténtico. Humberto Tortonese como el amigo de Marta, figura fundamental que la sostiene y acompaña en su verdadera identidad.
Dos referentes históricos del arte son nombrados en la historia: Pina Bausch y Salvador Dalí. La bailarina y el pintor que fueron transgresores para su época y que siguieron haciendo más allá de lo que se suponía correspondía a su edad. Esto no es una casualidad, el subrayado del director sobre la vitalidad independientemente de la edad es una posición política. Otro tema que se presenta es el del dinero. La herencia como un deber o responsabilidad que los padres deben a los hijos. En este sentido abre la pregunta ¿Tienen derecho los hijos adultos a cuestionar la administración que hacen sus padres?
27 Noches es una película bonita, que trata de manera creativa y con gracia temas que son sensibles en nuestra sociedad. Como si fuera poco, rompe con la idea sagrada de una vejez estática.

