La soprano y Korsi, el perro que canta

Anahí Cardoso fue una de las figuras del último Otoño Polifónico. Detrás de su faceta artística, la soprano cordobesa forjó un particular vínculo con su perro que hoy es furor en Tik Tok con un millón de seguidores en todo el mundo

En el mundo de la música lírica, donde las voces se elevan con fuerza y pasión, existen historias que van más allá de los escenarios. Una de ellas es la de Ana, una cantante soprano que ha dedicado su vida al canto lírico y que, debido a una tendinitis, encontró su verdadera vocación en el mundo de la música.

Anahí Cardoso (32 años) comenzó a cantar desde su adolescencia, a los 16, influenciada por su padre músico y rodeada de música clásica desde pequeña. Aunque inicialmente soñó con ser pianista, su destino la llevó a explorar el canto lírico, especializándose en este arte. A lo largo de los años, la pianista se ha convertido en una referente de este instrumento. Podemos destacar su participación como solista en la famosa obra Carmina Burana, que presentó con gran éxito en el Teatro Libertador de Córdoba. Recientemente formó parte del Festival Otoño Polifónico en Río Cuarto y también interpretó esta obra en una imponente presentación.

Otro Punto habló con la soprano quien hizo un repaso de su carrera artística, contó sobre sus presentaciones y su cambio de vida desde que adoptó a su perrito llamado Korsi, que se convirtió en una revelación mundial en las redes sociales por su habilidad para el “canto”.

“Carmina Burana fue un desafío enorme. Nunca había abordado la obra como solista, y las secciones son largas, con intervalos de hasta 45 minutos de espera. El mayor reto fue mantener la concentración durante todo ese tiempo. La última parte es especialmente difícil, ya que es una vocalización sin acompañamiento, y todo el público está atento a ti. Esa exposición es muy intensa, pero al final fue una experiencia muy gratificante”, comentó la artista.

-¿Cómo te sentiste en este Otoño Polifónico?

-Me sentí más veraniega que nunca jaja. La ciudad de Río Cuarto me recibió sin viento esta vez. Fue una experiencia muy linda, el público súper cálido, respetuoso y se nota que disfrutaron. Al igual que yo, como la cantata es públicamente muy conocida, fue hermoso y gratificante que la gente pueda escuchar la obra en su totalidad.


Además de su éxito profesional, la joven también ha sido testigo de un cambio en la percepción de las mujeres en la música lírica.

¿Qué opinás o cómo ves el papel de la mujer en la actualidad en este estilo musical?

-A pesar de los estereotipos físicos que históricamente han existido en el escenario, noto una mayor inclusión y empoderamiento de las cantantes líricas. Aún quedan viejos prejuicios, pero las mujeres ahora tienen un papel mucho más fuerte y visible. Los estándares de belleza han cambiado, y eso es algo muy positivo. Nuestra cultura está avanzando en esa dirección, permitiendo que el talento sea lo que se valore realmente.


Pero detrás de esta cantante de renombre, hay una historia aún más emotiva. Ana no solo canta en los escenarios, sino que también comparte su vida con su compañero más fiel, Korsi: un perro que llegó a su vida en un momento de duelo y transformó su mundo. Adoptado cuando apenas tenía tres meses, Korsi, un perro grande y curioso, rápidamente se ganó el corazón de Ana. Ella nunca había tenido una mascota pero según en sus propias palabras “la conexión fue inmediata”. Un lazo único que se hizo incluso más fuerte cuando la vida del animal dio un giro inesperado: fue diagnosticado con cáncer y comenzó un tratamiento de quimioterapia.

Lo que comenzó como una adopción se convirtió en un fenómeno viral. Ana comenzó a compartir en redes sociales videos de Korsi “cantando”, es decir, ladrando al ritmo de canciones infantiles y clásicas que ella misma le enseñó. Gracias a su inusual talento, Korsi ganó seguidores de todo el mundo, desde Chile hasta Arabia. Hoy, en sus cuentas @soykorsi, tiene un impresionante fandom internacional (más de un millón en TikTok y 287 mil en Instagram). El animal es reconocido no solo por sus habilidades para “cantar”, sino por la forma en que transmite alegría y esperanza.

“Todo el dinero que recaudamos va directamente a él, para su calidad de vida y sus tratamientos. La gente se ha unido a nuestra causa de una forma increíble, y también hemos colaborado con refugios para perros”, explica su dueña.

-¿Cómo es un día en la vida de Korsi con vos?

-“Un día típico con él comienza con su medicación y desayuno. Lo cuido mucho, especialmente ahora con su tratamiento de quimioterapia. Nos gusta pasear juntos y, cuando tiene ganas, cantamos. Si no tiene ganas, no lo obligo. Para mí, él es parte de la familia y quiero que esté lo más feliz posible, siempre respetando sus necesidades. Jugamos mucho, tiene un juguete favorito que ama.  Cuando tenemos ganas nos sentamos a cantar y cuando no, no. A veces grabo varios videos cuando él tiene ganas y los tengo en reserva para ir subiéndolos. Por ahí si yo estoy tocando el piano y digo vamos a cantar y él no se levanta y no tiene ganas de cantar, no lo fuerzo para nada. De hecho a mi también me pasa que hay veces que no tengo ganas de cantar y está perfecto. “Tiene una vida de perro normal el gordo”, dice Ana.

-¿Salen a pasear también?

Sí, ahora con esto de la quimio, nos fuimos al campo para que se distraiga un poco. Estoy  muy pendiente de él más que antes. Acá en casa se le festeja su cumpleaños con todos los chiches, todos los cotillones del mundo. No lo humanizamos para nada porque él vive una vida de perro, pero también es hijo, nieto, sobrino y todos lo amamos.

-¿Cómo definís la personalidad de él?

Es muy alegre, siempre positivo. Tiene una fuerza interior que no se cómo hace para tenerla. Me enseña todos los días a tener esa alegría inmensa. Eso sí, es muy ansioso igual que yo. Es muy fiel, es compañero, es un ser maravilloso.

“Yo sin él no soy. Él es parte de mi. A veces pienso que él día que ya no esté más en este plano, me va a dejar un gran aprendizaje. No me hagan elegir entre un ser humano y Korsi porque siempre va a ganar él”, dice Ana.

Korsi, el perro que canta, hace más que emocionar a sus seguidores. Enseña a todos que el amor y el cuidado por los animales son fundamentales, y que la empatía puede transformar y salvar vidas.

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