Quedan dos semanas para las elecciones de medio término y el recital del presidente Javier Milei en el Movistar Arena sigue cosechando rechazos. La importancia del contexto a la hora de tomar decisiones y dejar de hablarle sólo al núcleo duro.
Los futuros profesores de historia tendrán el desafío de explicar este momento inédito en la República Argentina. La primera vez que un presidente, en ejercicio de sus funciones, dio un recital frente a 15.000 personas en el Movistar Arena. Se trató de la presentación de su libro “La construcción del milagro” que le sirvió como excusa para vivir su fantasía de ser un rock star.
Fue tres semanas antes de las elecciones de medio término y horas después de que José Luis Espert bajara su candidatura por estar señalado por vínculos con el narco Fred Machado y, posteriormente, ser imputado por lavado de dinero. Fue horas después de que Espert renunciara como presidente de la comisión de Presupuesto. Fue semanas después del escándalo por las presuntas coimas en la Agencia de Discapacidad que tienen en la mira a su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. Fue en medio de que el fiscal federal, Eduardo Taiano, ordenara el peritaje de los teléfonos celulares del presidente y su hermana en el marco de la “cripto-estafa” de $LIBRA.

Pero esta no fue la primera vez que Javier Milei entonó alguna canción frente a un auditorio, con su voz ronca y con una efusividad impostada. De hecho, como presidente, ya había presentado otro libro (“Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica”) en el Luna Park y había interpretado su “clásica” versión de Panic Show de La Renga. Allí también lo acompañó en la batería el diputado Alberto “Bertie” Benegas Lynch, quien reemplazaría a Espert en la comisión de Presupuesto (!).
Previo a ser presidente (incluso antes de ser diputado), Milei ya daba señales de sus intenciones de consolidarse como un showman en una parodia musical en la que interpretó a un “superhéroe” anarco-capitalista. Y en 2018, interpretó una canción de Leonardo Favio (Fuiste mía un verano) en el programa de Guido Kaczka, La Tribuna de Guido.
La principal diferencia con aquellas presentaciones (incluso con la de mayo del 2024) es la evidente desafección y desconexión con el contexto y con la situación que atraviesa el grueso de la ciudadanía argentino. Dicho en criollo: el presidente y sus allegados (entre ellos, la diputada Lilia Lemoine que ofició de corista en el espectáculo) demostraron que viven en Narnia. El año pasado, la presentación del Luna Park había suscitado críticas pero no del mismo tenor que ahora. A pesar de haber iniciado su gestión con golpes fuertes para la clase media-baja (con una inflación que rondó el 50% entre diciembre del 2023 y febrero del 2024), Milei aún atravesaba una especie de “primavera” en la que todavía tenía el respaldo de algunos gobernadores y cierta tregua de sus votantes que querían “darle tiempo”.
Ahora, a casi dos años de su asunción, el recital del presidente en el Movistar Arena (que tuvo entre su repertorio “Demoliendo hoteles” de Charly García) no es tan fácilmente digerible. Y no es que un presidente no pueda tener un costado “humano” y divertirse, cantar o bailar frente al público. De hecho, esas cualidades, bien usadas y en un contexto oportuno, pueden ayudar a desplegar carisma (si es que se lo posee). Aunque durante el gobierno de Cristina Fernández parecía totalmente desubicado que se “tirara unos pasos” durante el acto por los 30 años de democracia y Macri tampoco zafó de las críticas por bailar temas de Tan Biónica en medio de globos amarillos mientras nos volvía a endeudar con el FMI.

El hartazgo de la ciudadanía que logró conectar con el discurso de Milei en torno a “la casta” y sus privilegios, vio en él cierta luz de esperanza. Pero así como apostó a su gobierno, el efecto rebote genera casi la misma indignación cuando ocurren estas puestas en escena que evidencian que el mandatario realmente no registra el malestar de buena parte de quienes lo votaron. Aquella bronca que el presidente supo capitalizar durante la campaña del 2023, ahora le salpica a él mismo por parte de aquellos sectores más afectados por la motosierra: jubilados, personas con discapacidad y asalariados.
A eso se suma que, en el momento en el que el presidente se movía con euforia por el escenario, el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, se encontraba en medio de negociaciones con el directorio del Fondo Monetario Internacional para lograr apoyo financiero antes del 26 de octubre. Si había un momento totalmente inoportuno para dar un show gratuito y prácticamente dedicado al “núcleo duro”, era éste.
Pese a las explicaciones que dio el vocero Manuel Adorni, quien aseguró que el evento fue “bancado” por la editorial que publicó el libro del presidente, la diputada nacional Margarita Stolbizer presentó un pedido de informe para conocer en detalle los gastos, contratos y “posibles conflictos de interés” en la organización del recital. Stolbizer insinuó que, si hubo uso de recursos del Estado no solo es inmoral sino ilegal y calificó el espectáculo como “patético”.
¿Y qué piensa “la gente”? Según la consultora Management & Fit, la corrupción pasó a ser el problema que más afecta a los argentinos entre agosto y septiembre, por encima de la inseguridad y la inflación. A eso se suma la mención de cierta desconfianza de una mejora a futuro. La directora de dicha consultora, Lara Goyburu, consideró que Milei buscó “recuperar la mística” entre su núcleo duro y sobre todo en los jóvenes que se vieron interpelados por su perfil disruptivo. “Ante la fuga de los votantes blandos, se buscó fortalecer el núcleo duro. Que fue raro, disruptivo y novedoso para la práctica política nacional, sin dudas. Pero así ha sido Milei como personaje en la vida pública argentina y hasta acá llegó”, dijo la analista a BBC News. Mientras tanto, otras consultoras como Zuban Córdoba señalan que la aprobación del presidente alcanza el 35% y su desaprobación llega al 65%.

El discurso del presidente
Luego de quitarse sus capas de camperas de cuero y vestirse “de presidente”, Milei esgrimió un discurso que buscó ponderar los “logros” de su gestión. Aseguró que sacaron a 12 millones de personas de la pobreza, que se bajó el déficit fiscal que estaba “arriba de los 15 puntos del PBI” y que en su primer año de gestión, el PBI creció un 6%. Sobre la pobreza, se supo que Milei tomó como base una simulación de datos del Observatorio de la Deuda Social de la UCA (de enero del 2024) que la propia Universidad revisó posteriormente. A esos datos los comparó con los informados por el INDEC para todo el primer semestre del 2025. En el sitio web Chequeado, señalaron que ese 31% que señala Milei para el primer semestre de este año se debiera comparar con el 41% registrado en el segundo semestre del 2023 (último tramo de la gestión de Alberto Fernández). Con esta comparación, la cifra rondaría los 4 millones en lugar de 12 millones de personas que habrían salido de la pobreza
No obstante, la propia UCA cuestionó los datos oficiales del INDEC y consideró que la baja de la pobreza está “sobrerrepresentada” a partir de metodologías desactualizadas en la elaboración de la canasta básica, una sobreestimación de los ingresos y una minimización del peso de los servicios y gastos no alimentarios. Además, consideraron que no contempla la pobreza multidimensional que incluye acceso a la salud, educación y vivienda.
“Pudieron ganar un round pero no la batalla” dijo Milei frente a sus seguidores vestidos de violeta, en alusión a la derrota en las elecciones legislativas de Buenos Aires frente a un peronismo liderado por Axel Kicillof. De cantar “La casta tiene miedo” (algo que ya no puede decir) a “Kuka tira piedras”, Milei sigue tratando de apostar a aquello que probablemente lo ayudó a llegar al sillón de Rivadavia hace dos años: aquel carácter disruptivo que hizo que muchos ciudadanos (aunque no compartieran sus “formas”) apostaran por algo distinto.

Hoy, con el rol preponderante de los Menem en el gobierno y con su hermana señalada por “coimera” (además de las consecuencias palpables en su gestión económica), Milei no puede volver a las viejas recetas que antes le funcionaron. Mucho se dijo sobre el carácter moral del espectáculo y las circunstancias que lo rodean. Ahora, será la propia ciudadanía la que hablará en las urnas y no respecto del show del pasado 6 de octubre en el Movistar Arena sino de aquel que empezó el 10 de diciembre del 2023.
Al final, cuando Lali le dedicó una canción al presidente y dijo: “Su mayor fantasía es un día ser yo”, no estaba tan errada. “Vas a tener que bailar. Hoy sos el show principal. Y aunque tu sueño es actuar… te queda grande el disfraz”.
