Candidatos y candidatas a diputados nacionales visitaron la ciudad en el último tramo de la campaña. Los riocuartenses con chances de entrar y los “relegados”. Los que supieron aprovechar la campaña y aquellos que se vieron obligados a bajar el perfil (pese a que en diciembre ocuparán una banca en el Congreso).
Juan Schiaretti cerrará su campaña este sábado en la Capital Alterna y tiene a prácticamente toda la estructura del gobierno local (y el Centro Cívico) abocado al territorio, además de intendentes peronistas y radicales que se sumaron a sus filas. En las últimas semanas, Natalia de la Sota visitó al menos tres veces la ciudad y participó de actividades en la Universidad Nacional de Río Cuarto, reuniones con sindicatos y recorridas por el barrio Alberdi. Ramón Mestre, aunque tuvo una sola parada en Río Cuarto en lo que va de la campaña, firmó un compromiso denominado “Consensos del Sur” y apeló a movilizar al tradicional votante radical.
Por su parte, La Libertad Avanza parece haberse enfocado en capacitar a sus fiscales para cuidar sus votos pero mostró una campaña sin “chispa”, con poco anclaje local y que, en Río Cuarto, parece no haber cruzado las fronteras del microcentro. No es novedad que esta fuerza política no requiere de grandes estructuras para ganar elecciones pero, tras las distintas manchas que acumuló el actual gobierno -como el escándalo narco que hizo que José Luis Espert bajara su candidatura y la situación socio-económica-, el PJ provincial realmente se ve con chances de ganar la elección.Y por eso, está jugando a todo o nada.
El armado de Provincias Unidas se consolidó en distintos puntos del país como una alternativa al gobierno de Javier Milei pero, sobre todo, se gestó a partir de la falta de recursos y diálogo entre el mandatario nacional y los gobernadores de distintos sellos políticos (peronismo “no kirchnerista, la UCR y el PRO). Casi como una suerte de “federales vs unitarios”, el discurso de Provincias Unidas reaviva una discusión que nunca dejó de estar en la mesa: la falta de federalismo. Sin embargo, la debilidad del cordobesismo en este punto fue haberle otorgado “gobernabilidad” a Javier Milei, pese a que, durante la campaña presidencial, ya había planteado su preferencia por el “estallido” de la economía para que “se lleve puesta a toda la clase política, aunque eso barra con todo”.
“Haberle dado gobernabilidad en los primeros meses fue porque se trató de un proyecto elegido por la ciudadanía, pero siempre defendimos nuestras banderas. Nunca fue un cheque en blanco. Cuando nos plantamos en contra de las retenciones, no se acompañó. Tampoco la privatización de determinadas empresas”, argumentó Juan Manuel Llamosas, candidato a diputado nacional por Provincias Unidas. El ex intendente de Río Cuarto se ha mostrado en un rol preponderante en las actividades de campaña en la ciudad y la región pero no obtuvo un lugar expectable en la lista de diputados, ya que quedó en el séptimo puesto. La situación evocó lo ocurrido en el 2023 cuando Llamosas quedó afuera de la posibilidad de ser vicegobernador de Llaryora frente a la actual vice, la radical Myrian Prunotto.
La imagen negativa que acumuló el gobierno de Javier Milei en los últimos meses y la buena imagen que tendría el ex gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, le permite a Provincias Unidas dejar de lado cierta resignación que, hasta hace unos meses, permitía apostar con los ojos cerrados a una victoria asegurada de La Libertad Avanza. A eso, se suma la derrota del partido violeta en las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, por un margen considerable. El objetivo va mucho más allá de ocupar una banca que el “Gringo” ya tiene asegurada. El propósito de esta elección también apunta a testear un proyecto presidencial para el 2027 que tiene a otros nombres de Provincias Unidas en la carrera presidencial como el radical Maximiliano Pullaro.
En el acto de Provincias Unidas que tuvo lugar en CABA (para respaldar la candidatura de Martín Lousteau), Llaryora dijo que “muchos creían que este espacio iba a durar dos minutos y ahora estamos en camino a consolidarnos como fuerza nacional en todo el país”. En tanto, Schiaretti endureció el discurso contra Javier Milei y aseguró que “la política económica de este gobierno es un gran fracaso, por eso tienen que ir a Estados Unidos a buscar un salvataje. No se puede gobernar a los hachazos, contra los jubilados, las universidades y el sector de la discapacidad”.
“Si los argentinos conocieran a Schiaretti como yo lo conozco, no lo vota nadie. Su gobierno ha sido una administración corrupta. Córdoba es Formosa maquillada y se prostituyó a gran parte del poder judicial”, dijo el candidato a diputado de Encuentro por la República y ex legislador provincial, Aurelio García Elorrio en diálogo con Otro Punto y agregó: “Cuando veo que Schiaretti apunta a proyectarse a nivel nacional, a mí se me hiela la sangre”.
LLA, obligados a hacer la plancha
La Libertad Avanza sigue apostando a la estrategia de plegar a sus candidatos principales (Gonzalo Roca y Laura Soldano) a la figura presidencial. “Gonzalo es Milei” y “Laura es Milei” son algunas de las expresiones que hace semanas circulan en las redes sociales y en los folletos que reparten sus militantes, algo sumamente necesario por lo ignoto de sus candidatos en comparación con el ex gobernador. Más allá de enfatizar en su mensaje de “no tirar atrás todo el esfuerzo que venimos haciendo”, la campaña libertaria ha tenido pocos enfrentamientos discursivos contra su principal adversario en Córdoba.
Salvo en los últimos días en los que Roca tildó a Schiaretti de “funcional al kirchnerismo”, la campaña violeta sigue teniendo más tintes porteñocentristas e insistiendo en sloganes como “Kirchnerismo nunca más” en una provincia en la que Fuerza Patria (la lista puramente K y encabezada por Pablo Carro) tiene un peso tan escaso que podría quedar afuera de la posibilidad de meter un diputado. La falta de anclaje local se evidenció también con la visita de figuras como Iñaki Gutiérrez, el influencer y community manager del presidente Javier Milei, que intentó levantar la campaña en Córdoba y tuvo también su parada en Río Cuarto, en una actividad que reunió a unos pocos militantes fuera del Palacio Municipal.
Con dificultades para dar debates efusivos o responder preguntas incómodas, los candidatos mileístas han requerido del propio Javier Milei y otras figuras de LLA para elevar un poco el perfil. En el acto que tuvo lugar en el Parque Sarmiento en Córdoba, el presidente le levantó el brazo a un candidato que es prácticamente ignoto al lado del ex gobernador y pidió pintar a Córdoba de violeta, algo que ocurrió hace menos de dos años en el ballotage presidencial. Roca recibió la “bendición” del presidente pero Laura Soldano quedó relegada y casi en “modo fan”, sin siquiera subir al escenario junto a su compañero de lista.
Desde el cierre de listas, la influencer espiritual y futura diputada (ya que ocupa el segundo lugar de la nómina) ha perdido visibilidad. Incluso eliminó videos de sus redes sociales que se habían hecho virales por su contenido esotérico y místico y que habían sido motivo de burla en distintos programas de TV porteños. Aunque no se puede negar que Soldano ha recorrido intensamente el interior de la provincia para militar “las ideas de la libertad”, tampoco se puede soslayar que desde arriba buscan “esconderla” y evitar que el archivo (o mejor dicho nuevo archivo) la deje expuesta cuando ocupe una banca en el Congreso
El factor Natalia
La actual diputada, quien conformó una alternativa propia por fuera del PJ cordobés (Defendamos Córdoba), ha sido blanco de críticas de la mayoría de los candidatos. Desde Provincias Unidas han “lamentado” que no haya aceptado la propuesta que le hicieron para integrar su lista y la han tildado por “apostar a un proyecto personal y no a algo colectivo”. Otros candidatos como Edgar Bruno (del partido PAIS), la han señalado incluso como “la hija trucha de De la Sota en términos políticos”, asegurando que el ex gobernador “jamás estaría con el kirchnerismo”.
La nómina encabezada por Natalia de la Sota se perfila como una alternativa que podría “comerle votos” a quienes usualmente votaban al kirchnerismo o a aquellos peronistas delasotistas que ya no se identifican con el proyecto provincial. Entre sus integrantes se encuentran referentes de Río Cuarto como el ex rector de la UNRC, Marcelo Ruíz y la dirigente sindical, Cristina Fernández. “Desde Provincias Unidas me confrontan a mí para evitar confrontar con el gobierno del que dicen ser opositor. Siguen poniendo el nombre de De la Sota a su conveniencia. De la Sota dijo que su límite era Macri y está registrado. Si su límite era Macri, imaginate lo que sería hoy con Milei. Él sería absolutamente crítico”, manifestó la diputada, quien aspira a renovar su banca bajo el sello de Defendamos Córdoba.
La legisladora nacional, quien se desmarcó del bloque que actualmente integra, aseguró en diálogo con Otro Punto que “desde el día 1, por mis convicciones, me ubiqué en las antípodas de Milei. Mi conducta fue esa, votar en contra de la Ley Bases y de darle a Milei estos superpoderes, que ha sido como darle una navaja a un mono. Es incomprensible que, luego de decir que quería destruir el Estado, haya diputados y gobernadores que le dieron estas herramientas. Ellos no podían ignorar que esto iba a pasar”.
Además de Provincias Unidas, otras figuras como el radical Ramón Mestre la han señalado por su rol como legisladora provincial antes de ser diputada. “Dice que va a defender a los jubilados. ¿Por qué no lo hizo en Córdoba? Con el diferimiento que votó y las distintas leyes que acompañó, afectó a los jubilados de la Provincia”, planteó el candidato de la UCR en diálogo con Otro Punto.
En alusión a Provincias Unidas, Natalia de la Sota opinó que el ex gobernador Schiaretti “trabajó para que Milei ganara en el ballotage y tuvo funcionarios en el gobierno” y habló de la posibilidad de un acercamiento entre Macri y Milei de cara al 2027 que incluiría a referentes de Provincias Unidas. “Si eso ocurre, va a pasar lo mismo que el 2023 y van a seguir acompañando a Milei con este argumento de la gobernabilidad. Está bien dar gobernabilidad a un presidente pero no a uno que dice que va a destruir el Estado. Ahí le estás dando una herramienta de destrucción, no de gobernabilidad”, analizó De la Sota.
