En pos de torcer el brazo de Nación y obtener recursos, el gobernador Martín Llaryora se reunió con Diego Santilli y Manuel Adorni. En contraparte, desde Nación buscan obtener el respaldo de algunos mandatarios provinciales para avanzar en las reformas laboral y tributaria, así como en la aprobación del Presupuesto 2026. La delgada línea entre el dialoguismo y volver a repetir la historia de la “gobernabilidad”.
“Si el diálogo es sincero, yo voy a apoyar pero el Gobierno tiene que ayudarnos. Si vuelve la soberbia, se vuelve para atrás. Quiero confiar en esta etapa”, dijo el gobernador Martín Llaryora tras reunirse con el flamante ministro del Interior de la Nación, Diego Santilli. El gobierno nacional busca aliados para avanzar en la reforma laboral, tributaria y para la aprobación del Presupuesto 2026 y busca, a través de sus nuevos funcionarios, reencaminar el diálogo con los gobernadores a los que el propio Milei ha tratado de “ratas” hace no mucho tiempo. ¿Inicia el segundo round de la “gobernabilidad”?
El gobierno provincial está tratando de dar vuelta la página luego de la dura derrota frente a La Libertad Avanza en Córdoba en la que Schiaretti, quien fue tres veces gobernador, quedó 14 puntos por debajo del ignoto Gonzalo Roca. La designación del “colorado” Diego Santilli al frente del Ministerio del Interior, con quien Llaryora mantiene un buen vínculo, le permitió al Panal lograr un primer acercamiento a la Casa Rosada post elecciones legislativas.
Por lo pronto, el mandatario provincial definió esta instancia como una suerte de revancha de aquel intento de diálogo (léase el frustrado Pacto de Mayo) durante los primeros meses de la era Milei. En aquel entonces, los diputados del PJ cordobés -a excepción de Natalia de la Sota- acompañaron la Ley Bases y justificaron su accionar a partir de la intención de “darle gobernabilidad” a un gobierno elegido por la mayoría del pueblo argentino.

Esta semana, Llaryora dio una seguidilla de entrevistas a los medios porteños y, en general, planteó la necesidad de “diálogo y consenso” con el gobierno nacional. El mandatario ha sido insistente en el reclamo por la deuda de la Caja de Jubilaciones de Córdoba (que superaría el billón de pesos) y también en los huecos que ha dejado Nación y que debió cubrir el Panal: por ejemplo, el FONID (Fondo Nacional de Incentivo Docente) y el sostenimiento del sistema de transporte a partir de la falta de subsidios del gobierno nacional.
El tono más ameno y cordial del gobierno libertario para con los mandatarios provinciales se explica a partir de la necesidad de contar con aliados para avanzar en las reformas laboral y tributaria, así como la aprobación del Presupuesto 2026. En el caso de la reforma laboral, Llaryora ha tratado de hacer equilibrio en sus declaraciones y hablar de una “modernización laboral” que apunte, esencialmente, a disminuir las cifras del empleo informal en la Argentina. “Si se habla de una reforma para quitar derechos de los trabajadores de grandes empresas, eso no lo comparto”, dijo Llaryora tras su encuentro con Santilli y el jefe de gabinete, Manuel Adorni.
Por ahora, no hay un proyecto oficial de las reformas laboral y tributaria pero se conoce, por lo expresado por el propio Milei tras el triunfo del 26 de octubre, que el oficialismo apuntará en esa dirección. Para tratar de reducir la incertidumbre, las distintas centrales obreras han tenido en cuenta aquella reforma laboral que se planteaba en el DNU de fines del 2023 (que fue rechazada en el ámbito judicial) y que expresaba la mirada de la gestión mileísta en relación a este tema. Entre los principales puntos, la posibilidad de extensión del horario laboral (hasta 12 horas); aumentos salariales atados a la “productividad”; acuerdos salariales por empresas (en lugar de aumentos por actividad); y que las pymes puedan pagar indemnizaciones por despido o multas de juicios laborales en hasta 12 cuotas.

En ese marco, Llaryora ha tratado de mantener un discurso “equilibrado”, ya que también se reunió con la nueva conducción de la CGT nacional. El mandatario se reunió con Cristian Jerónimo, uno de los nuevos triunviros de la central, quien insistió en la importancia de que la reforma laboral no avance sobre los derechos de los trabajadores, especialmente en puntos como la jornada laboral de hasta 12 horas y las indemnizaciones con tope.
En diálogo con Página 12, Jerónimo planteó que desde la central obrera no consideran que alguna reforma en particular pueda fomentar el crecimiento del empleo (o la formalización del mismo). “Si la actividad económica está en recesión y no hay consumo, no va a haber más empleo”, dijo el dirigente sindical, quien se reuniría con otros gobernadores a los fines de plantear la mirada del sector trabajador para tratar de amortiguar el impacto de una eventual “modernización”.
Aunque no le haya servido para ganar la última elección, el camino del equilibrio le puede resultar al PJ provincial (Provincias Unidas) para tratar de negociar recursos para Córdoba a cambio de ceder en reformas claves -atadas a un acuerdo con Estados Unidos- para que el gobierno nacional lleve a cabo su plan económico. Tras reunirse con distintos actores, Llaryora insistió en que acompañará una reforma que implique “modernización” pero marcará límites en lo que signifiquen “retrocesos” para los trabajadores.

Llaryora ya anticipó que desde el Panal “harán su parte” con un recorte en Ingresos Brutos (en línea con el discurso del gobierno nacional sobre bajar la carga tributaria) pero advirtió: “La mayor fuerza recaudataria la tiene Nación”. En diálogo con A24, opinó que “pese a la delicada situación que se vive en la Argentina, hay un ‘voto esperanza’ pero no quiere decir que la gente esté bien”.
Por otra parte, se espera que Natalia de la Sota (quien ya formó su bloque unipersonal ‘Defendamos Cordoba’) acentúe su perfil opositor luego del 10 de diciembre y con la renovación de su banca en el Congreso, ahora por fuera del esquema cordobesista. En un acto en Capital junto a su militancia, la diputada se refirió tácitamente a sus ex compañeros de espacio: “Los aliados de Milei van a ser muchos. Sabemos que esto no va a terminar bien. Viene la reforma laboral, la reforma tributaria, la Ley Bases 2 y ya sabemos quiénes van a votar a favor de estas medidas del gobierno nacional. A mí me gustaría que no pase pero todo indica que eso es lo que va a suceder”.


