El último adiós a Willington: “el mejor del mundo”, según Pelé

El ídolo de Talleres falleció el lunes, a la edad de 83 años. Repasamos la vida y carrera de una leyenda del fútbol cordobés y sus visitas a Río Cuarto

El fútbol argentino recibió este lunes la triste noticia de la partida de Daniel Willington, delantero que marcó a toda una generación. El “Loco” falleció a los 83 años en Córdoba capital, la ciudad que lo recibió de muy joven. Pasó sus últimas horas internado en el Instituto Modelo de Cardiología.

Willington tuvo una vida y una carrera futbolística con algunos detalles particulares. Nació el 1° de septiembre de 1942 en Guadalupe Norte, un pequeño pueblo ubicado al noreste de la provincia de Santa Fe. Sin embargo, gran parte de su vida la hizo en Córdoba, a donde llegó con la edad de 7 años. El “Daniel de los Estadios” se mudó a la capital cordobesa cuando Talleres fichó a su padre, Atilio “El Toro” Willington.

Las primeras pinceladas de su talento fueron en Villa Revol, a pocas cuadras del Estadio La Boutique. A partir de ese momento comenzó un vínculo muy estrecho entre Willington y Talleres, hasta convertirse en uno de los máximos ídolos de la institución. A pesar de ser santafesino de nacimiento, su apodo terminó siendo “El Famoso Cordobés”.

Su marca en Talleres

Daniel jugaba de volante ofensivo o delantero. Era un gran armador de juego, dotado de una exquisitez técnica y con un estilo de juego lujoso. Debutó muy joven en la Primera de Talleres, el 7 de junio de 1959. Willington tenía apenas 16 años cuando formó parte del “Matador” en un triunfo 5-2 ante Huracán de La France.

Tuvo dos etapas en Talleres. La primera abarcó desde su debut hasta fines de 1961, mientras que el segundo ciclo comenzó en 1973 y terminó en 1978. Fue casi una década en la Primera de la “T”, tiempo suficiente para dejar una marca imborrable en el club. Disputó 168 partidos, marcó 66 goles y conquistó 17 títulos con el “Matador”.

Willington levantó 16 campeonatos de la Liga Cordobesa de Fútbol en Talleres. En su primer ciclo, todavía no habían comenzado a disputarse los Campeonatos Nacionales, por lo que las ligas locales y los torneos provinciales tenían un prestigio mucho mayor. Ya para su segundo ciclo, se dio el lujo de jugar con el “Matador” en la máxima categoría del fútbol argentino.

El otro título que logró en la “T” fue la Copa Hermandad 1977, venciendo 1-0 en la final a Independiente Rivadavia. La Copa Hermandad fue una competencia importante para la posterior federalización de los torneos de AFA, pero no reviste carácter oficial ya que fue organizada por la Liga del Interior, una asociación disidente de la Asociación del Fútbol Argentino.

Además, Willington marcó uno de los goles más recordados por el hincha de Talleres. La “T” y Belgrano definían el campeonato de la Liga Cordobesa 1974 en el Estadio Gigante de Alberdi. Con el partido igualado sin goles y promediando el segundo tiempo, el “Loco” se hizo cargo de un tiro libre desde más de 30 metros.

El impresionante disparo de Willington pasó por arriba de la barrera y se metió rozando el travesaño. Luego, Oscar Fachetti marcó el 2-0 definitivo con el que Talleres se quedó con el clásico y ganó el título en la cancha de su eterno rival. Héctor Tocalli, arquero de Belgrano ese día, luego declaró que “fue el gol más impresionante que me han hecho en mi vida”.

Ídolo también en Vélez

Uno de los mayores logros que dejó Willington en su prontuario es el de haber trascendido con más de una camiseta. El “Famoso Cordobés” también jugó casi una década en Vélez Sarsfield. El delantero llegó al “Fortín” entre fines de 1961 e inicios de 1962, buscado por Victorio Spinetto, histórico entrenador y emblema del club.

Willington también tuvo un segundo paso en Vélez en 1978, jugando unos meses hasta retirarse definitivamente de la actividad profesional. En total, disputó 212 partidos en el “Fortín”, con 65 goles. Se consagró campeón del Nacional 1968 con el elenco de Liniers, el primer título del club en Primera División y el único hasta la década del 90’.

Su primer ciclo en Vélez le otorgó reconocimiento a nivel nacional, al punto de ser convocado a la Selección Argentina. Debutó con la “Albiceleste” en agosto de 1962, en un amistoso ante Uruguay que terminó con victoria 3-1 para Argentina.

Ese día, Willington anotó el tercer gol argentino, siendo el único tanto que marcó con el seleccionado nacional. En total, el delantero jugó 11 partidos con la Selección Argentina, formando parte del plantel que se consagró campeón de la Copa de las Naciones 1964. Su cuenta pendiente fue el no haber podido disputar una Copa del Mundo.

El elogio de “o rei”

Todavía con la camiseta de Vélez Sarsfield, Willington fue protagonista de un hecho que pasó a la inmortalidad. El 6 de diciembre de 1969, el “Fortín” disputó un amistoso con motivo de la inauguración del sistema lumínico en el Estadio José Amalfitani. El rival fue el Santos de Pelé, ya bicampeón continental y mundial.

El encuentro finalizó igualado 1-1. Pelé marcó para el Santos y Willington para Vélez. El “Loco” falló un penal, pero no impidió que “O Rei” lo definiera como “el mejor jugador del mundo”. “En 1969, jugando un amistoso con el Santos erré un penal pero después marqué el gol del empate. Pelé dijo aquella vez: “Es el mejor jugador del mundo”. ¡Y lo dijo O Rey!“, contó el propio Daniel tiempo después en una entrevista.

Durante su mejor momento en Vélez, Willington fue buscado de todos lados. Uno de los clubes más importantes que se interesó por contratarlo fue, justamente, el Santos de Pelé. También preguntaron por él Boca y la Juventus de Enrique Omar Sívori. Incluso River ofreció 10 millones de pesos y varios jugadores a cambio de ficharlo. “Don Pepe” Amalfitani, el histórico presidente del conjunto de Liniers, siempre se negó a venderlo porque “era como un hijo” para él.

México, Huracán, Instituto y su etapa como entrenador

En 1970 y 1971, tras su exitoso ciclo en Vélez Sarsfield, Willington emigró a México. El “Daniel de los Estadios” tuvo un paso por Tiburones Rojos de Veracruz. Volvió a Argentina en 1972 para jugar en Huracán y, en 1973, tuvo una breve etapa en Instituto. Luego, la mencionada vuelta a Talleres y el retiro en el “Fortín”.

Ya retirado, fue director técnico. Dirigió al “Matador” en cuatro etapas: 1983, 1990, 1994 y 2005. En su tercer ciclo, fue el entrenador de la “T” en la Primera B Nacional 1993/94, que significó el ascenso del club a la Primera División a través del reducido. El Talleres de Willington derrotó a Instituto en una final histórica. Además, fue técnico de Vélez entre 1988 y 1989.

Su amistad con Ringo Bonavena

Willington fue muy cercano a Oscar “Ringo” Bonavena, uno de los mejores boxeadores argentinos de la historia. La amistad comenzó a inicios de los 70’ en Buenos Aires, cuando se encontraban en “La Bola Loca”, un boliche porteño. No solo jugaban juntos al bowling en este establecimiento, sino que también compartían entrenamientos, largas conversaciones y hasta almuerzos con la madre de Bonavena.

Incluso, Willington acompañó a Bonavena a su pelea histórica contra Muhammad Alí en el Madison Square Garden. El futbolista estuvo cerca del ring, en una posición privilegiada para alentar a su amigo. Luego, “Ringo” fue clave para que el “Loco” llegara a Huracán. El boxeador convenció al entrenador del “Globo”, César Luis Menotti, y también colaboró económicamente para que se concretara el pase, con 8 millones de pesos en ese momento.

Sus visitas a Río Cuarto

Río Cuarto es una de las tantas ciudades en donde Daniel Willington desplegó su magia. Entre sus visitas destacadas a la ciudad se encuentra un amistoso entre Atenas y Talleres, el 15 de octubre de 1974, en el Estadio 9 de Julio. Willington ingresó desde el banco de suplentes en la “T”, que ganó 2-0 con goles de Oscar Fachetti y Miguel Oviedo. El “Matador” era dirigido por Ángel Labruna y contó con Luis Galván entre los titulares.

Luego, el 23 de mayo de 1976, Willington enfrentó al seleccionado de la Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto. Talleres compitió en representación de la Liga Cordobesa y llegó a Río Cuarto con un equipo plagado de figuras. La “T” se presentó entre los titulares con jugadores de la talla de Luis Galván, la “Rana” Valencia, el “Hacha” Ludueña. Willington ingresó por Valencia, y el “Matador” ganó 1-0 gracias al tanto de Carlos Ramallo.

Ya retirado como jugador, Daniel Willington estuvo presente en uno de los días más importantes en la historia de Estudiantes de Río Cuarto. El 13 de marzo de 1983, el “León” jugó su primer partido en los viejos Campeonatos Nacionales. Fue ante un Talleres dirigido por Willington, quien hacía sus primeras armas como entrenador. La “T” goleó 5-1 como local pero el resultado fue anecdótico ya que, a partir de ese momento, el “Celeste” comenzó a posicionarse en la órbita del fútbol nacional. Y, aquel día, el “Loco” estaba sentado en el banco de suplentes rival.

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