El abogado y especialista en mediación de conflictos, Alejandro Nató, visitó Río Cuarto para disertar sobre los desafíos actuales de la convivencia social en contextos marcados por la desigualdad y la violencia. Invitado por la Defensoría del Pueblo local, encabezada por Daniel Frangie, Nató brindó una charla a sala llena titulada “Diálogos y Convivencia: Mecanismos de Prevención y Gestión de Conflictos”, en la que subrayó la urgencia de promover una cultura de paz desde los territorios.
“Muchas personas viven su propia guerra cotidiana por la falta de respeto, de reconocimiento, de oportunidades. Esas carencias minan su dignidad y profundizan la conflictividad social”, expresó Nató, quien actualmente se desempeña como coordinador de la Oficina de Gestión de Conflictos de la Defensoría del Pueblo de la Nación.

Durante su visita, también dialogó con medios locales y remarcó que la conflictividad no se limita a escenarios internacionales de guerra, sino que atraviesa la vida diaria de las personas, especialmente en contextos de alta desigualdad. “Vivimos en la región más desigual del mundo, y eso impacta directamente en los vínculos sociales. Cuanto mayor es la desigualdad, mayor es la conflictividad”, advirtió.
El especialista hizo hincapié en la necesidad de abordar los conflictos en sus etapas iniciales, antes de que escalen a situaciones de violencia. “Todo conflicto tiene síntomas previos. Si se lo gestiona a tiempo, se puede evitar la violencia. Esa es la clave”, señaló.
Además, destacó el valor del trabajo colaborativo entre diferentes actores sociales: docentes, fuerzas de seguridad, organizaciones comunitarias, referentes culturales y vecinos. “Esa red social, si se articula con objetivos comunes, puede transformar la realidad. La convivencia se construye entre todos”, afirmó.

En cuanto al rol de las Defensorías del Pueblo, Nató explicó que “no solo brindamos espacios de escucha, sino que impulsamos procesos colaborativos, con mediadores capacitados para atender la conflictividad urbana, territorial, social y comunitaria”.
Finalmente, convocó a recuperar el diálogo como herramienta central de transformación: “No es solo un medio para resolver conflictos. El diálogo es una forma de crecimiento personal y colectivo. Es allí donde podemos construir una sociedad más justa”.