Aprueban por mayoría la ordenanza para ordenar la actividad de los trapitos

En la sesión de este jueves, el Concejo Deliberante de Río Cuarto aprobó por amplia mayoría una ordenanza que regula la actividad de cuidacoches y limpiavidrios en la vía pública. Con 15 votos a favor, 2 en contra y 1 abstención, la normativa impulsada por el Ejecutivo busca garantizar la libre circulación y el estacionamiento sin cobros compulsivos, al tiempo que promueve un abordaje social para las personas que desempeñan estas tareas.

La ordenanza establece que no se podrá exigir dinero por cuidar vehículos o limpiar parabrisas en la vía pública, y contempla sanciones económicas para quienes incumplan esta disposición. Además, en caso de conductas violentas o reincidencias, se prevé la suspensión de beneficios sociales. Sin embargo, el enfoque no es exclusivamente punitivo: se realizará un relevamiento para acompañar socialmente a las personas que realizan esta actividad y se les ofrecerán alternativas laborales, con el objetivo de evitar estigmatizaciones y promover la inclusión.

El proyecto fue presentado a comienzos de junio y se estima que más de 120 personas realizan este tipo de tareas en la ciudad. La implementación de la norma será gradual y comenzará en las zonas más conflictivas, con un trabajo articulado entre fuerzas de seguridad, áreas sociales municipales y el programa “Ojos en Alerta”, que permitirá a los ciudadanos denunciar situaciones irregulares de manera anónima y digital.

Durante el debate, los concejales oficialistas defendieron la medida como una forma de ordenar el espacio público y proteger tanto a los vecinos como a los trabajadores informales. No obstante, desde los bloques que votaron en contra o se abstuvieron se cuestionó la falta de participación de las organizaciones sociales en la elaboración del proyecto y se plantearon dudas sobre su implementación efectiva.

Con esta nueva normativa, Río Cuarto se suma a otras ciudades del país que buscan regular la actividad de los “trapitos” mediante un equilibrio entre el control estatal y la asistencia social, intentando garantizar una convivencia urbana más segura y justa.

Compartir
Scroll al inicio