En una sesión cargada de tensión política y con lo justo para lograr el quórum, la Cámara de Diputados vivió una jornada histórica al interpelar al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, por el escándalo del caso $LIBRA. La sesión se desarrolló con 129 legisladores presentes, luego de intensas negociaciones encabezadas por bloques opositores como Unión por la Patria, el FIT, la Coalición Cívica y otros espacios que buscan esclarecer la presunta vinculación entre el presidente Javier Milei, su entorno, y la promoción de la fallida criptomoneda.
Francos fue el único de los cuatro funcionarios citados que asistió al recinto. Las ausencias de los ministros Luis Caputo (Economía), Mariano Cúneo Libarona (Justicia) y Roberto Silva (Comisión Nacional de Valores) encendieron aún más los ánimos de la oposición, que denunció un “desprecio institucional” por parte del Gobierno. Incluso se propuso un voto de censura contra Francos por su presunta falta de autoridad para garantizar la comparecencia de sus pares, y se pidió pasar la sesión a un cuarto intermedio para el 13 de mayo, moción que finalmente no prosperó.
La exposición del jefe de Gabinete fue breve —unos 17 minutos de los 90 que tenía asignados— y se limitó a repetir los argumentos ya esgrimidos por el presidente Milei en una entrevista televisiva: “No existió coordinación, intervención o participación alguna del Estado en el proyecto mencionado”, aseguró. También negó cualquier vínculo de Karina Milei con la criptomoneda, y explicó que el tuit del Presidente que impulsó el proyecto fue publicado “bajo la consideración de que se trataba de un emprendimiento legítimo”, aunque luego fue eliminado por el propio mandatario.
Durante el tenso debate previo al ingreso de Francos, la oposición cuestionó las notas justificando las ausencias de Caputo y Cúneo Libarona, a las que calificaron de “burla” y “tomada de pelo”. Diputados como Fernando Carbajal y Maximiliano Ferraro acusaron al Gobierno de intentar encubrir un caso de extrema gravedad y advirtieron sobre un creciente desdén hacia el Congreso.
Finalmente, el oficialismo logró destrabar el ingreso de Francos dos horas después del horario pactado, y la oposición, sin insistir con el cuarto intermedio, anunció que insistirá en convocar nuevamente a los funcionarios faltantes ante una comisión investigadora. En caso de una nueva negativa, advirtieron que podrían recurrir al uso de la fuerza pública para obligarlos a comparecer.
El caso $LIBRA continúa generando un terremoto político en el Congreso, mientras crece la presión sobre el Gobierno para que brinde explicaciones claras sobre un episodio que involucra posibles responsabilidades institucionales y un fuerte impacto público.