Desde el búnker de Fuerza Patria, Kicillof, agradeció a: los candidatos, vecinos, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa por conformar una lista unificada. Subrayó que estas fueron “las elecciones más pacíficas, más limpias de la historia” y describió el ambiente electoral como una “fiesta popular” más que un búnker político.
Kicillof destacó que la boleta peronista buscó frenar el ajuste impulsado por el presidente Javier Milei y afirmó que el pueblo dijo basta: “Las urnas le explicaron que no se puede frenar la obra pública, ni pegarle a los jubilados, ni abandonar a las personas con discapacidad”.
Afianzado en el poder interno del peronismo, el gobernador asumió riesgos estratégicos, como desdoblar la elección provincial del calendario nacional, estrategia que rindió frutos y reforzó su liderazgo dentro del movimiento.
El contundente triunfo del peronismo (entre 47 % y 47 % de los votos, según distintos conteos) sacó a La Libertad Avanza de Javier Milei a más de 13 puntos de distancia. Kicillof consideró que el mensaje de las urnas es claro: Milei debe reconsiderar su rumbo y atender las demandas populares.
Este resultado no solo refuerza el poder provincial de Kicillof, sino que también lo posiciona como una figura central del peronismo para la próxima etapa política, con miras a las elecciones nacionales.