El revés del oficialismo en las elecciones de la provincia de Buenos Aires encendió alertas en los mercados y generó un giro abrupto en los indicadores financieros. El Riesgo País escaló por encima de los 1.000 puntos, un nivel que refleja la creciente incertidumbre sobre la solidez del programa económico del Gobierno.
Las consecuencias en los mercados externos fueron inmediatas: las acciones argentinas que cotizan en Wall Street registraron fuertes bajas de hasta un 15 % en el premarket. En el ámbito local, el Merval cayó cerca del 13 %, mientras los bonos de la deuda pública, como el GD46, se desplomaron hasta un 17 %.
El dólar también fue protagonista del cimbronazo financiero. En el Banco Nación, la cotización se disparó hasta los $1.460, rozando el techo de la banda cambiaria. Esa tendencia también se observó en el dólar blue, que alcanzó niveles récord, y en los dólares financieros como el MEP y el Contado con Liquidación, ambos alrededor de los $1.440–$1.450.
Los analistas coinciden en que el mercado interpretó la elección como una señal clara de que el Presidente Javier Milei no tendrá facilidad para avanzar con su plan económico “market-friendly”, especialmente ante la ausencia de respaldo legislativo suficiente. Muchos consideran que la voz de las urnas resultó más creíble que las declaraciones gubernamentales anteriores, que insistían en continuar con el rumbo actual.