La protesta responde a la falta de avances en las negociaciones salariales y a la ausencia del Ministerio de Salud en la audiencia convocada por la Secretaría de Trabajo, lo que los sindicalistas calificaron como un “fracaso”.
El conflicto se intensificó tras el anuncio de un paro de 48 horas la semana pasada, en respuesta a la falta de propuestas salariales por parte del Gobierno. Aunque los residentes del hospital suspendieron su medida de fuerza tras recibir amenazas de despido, el personal de planta, que representa más del 90% de los trabajadores, mantiene sus reclamos.
Además, la presidenta del Consejo de Administración del hospital, Soraya El Kik, presentó su renuncia, lo que agrava aún más la situación institucional. Los trabajadores han anunciado una nueva asamblea para definir la continuidad de sus medidas de lucha.
La movilización busca visibilizar la crisis que atraviesa el hospital pediátrico más importante del país y exigir una respuesta del Gobierno ante la situación crítica que enfrentan los profesionales y pacientes.