Mil formas de nombrar a “El Alberdi” 

Por concepción “el Alberdi” es un pueblo dentro de Río Cuarto que, en su espíritu, alberga un sentimiento de barrio popular a partir de sus casas bajas, su andar cansino, su gente de oficios modestos, costumbres mundanas y silencios con bulla. En el origen fue el lugar de los Pastos Comunes, luego lo imaginaron Pueblo Nuevo, otro día empezó a ser Pueblo Almada, entre peleas políticas lo bautizaron Pueblo Alberdi; de pronto, le cambiaron el rango quedó en Barrio Presidente Perón; finalmente, le devolvieron la identidad con una dicotomía dando vueltas: ¿Pueblo Alberdi o Barrio Alberdi? Qué más da, de la forma como lo quieran llamar, al derecho o al revés: el Alberdi… es “el Alberdi”.

De los tiempos coloniales en la Villa de la Concepción de Nuestra Señora, data la existencia de las tierras que en estos tiempos abarcan el Pueblo Alberdi. Lejanamente, se definían como “Pastos Comunes”, es decir, tierras públicas destinadas al pastoreo de los animales para quienes no tenían parcelas propias para dedicarles la alimentación natural. Así lo rigió inicialmente el Cabildo y más adelante la Municipalidad.  Su único límite en la inmensidad lo daba el río Cuarto al Norte.

En 1873 con la llegada del Ferrocarril Nacional del Andino quedó definido, con las vías férreas, la línea que marcará el Oeste y el Este del futuro Pueblo Nuevo considerando que ese mismo año la Municipalidad -por necesidad de plata- comenzará a enajenar esos pastos comunitarios a inversores particulares. Los primeros compradores fueron los vecinos: Wenceslao Tejerina, Mardoqueo Molina, el francés Pedro Itier, Brígido Yedro y algunos otros platudos. En tal estado, el hacendado Tejerina le venderá los baldíos luego a don Félix T. Amezaga y don Molina a don Juan José Almada, y así sucesivamente, con lo que se producen nuevas fragmentaciones de las mismas tierras, destinadas por entonces a algunas quintas, hornos de ladrillos o simples extensos espacios incultivados, dando lugar a la construcción de algunas modestas viviendas dispersas despojadas de todo tipo de servicios, sólo con agua de pozo y escusados para uso como baño.

Por 1890 ya hay noticias de la denominación: Pueblo Almada; nombre éste que se consagra en 1907 cuando don Juan José Almada comenzó a lotear las tierras de su propiedad. Hay constancias en el Municipio de las primeras ventas inmobiliarias a modestos particulares. En el plano del amanzanamiento, el señor Almada también dispuso lotes para las construcciones de futuros edificios públicos: escuela, policía, iglesia y plaza. Y hasta le puso fecha fundacional: 24 de mayo de 1907. Con ello se establece la indudable urbanización del sector “del otro lado de las vías” como lo marginan desde el centro de la ciudad. Almada será imitado por otros propietarios que, muy de a poco, comenzarán a vender sus terrenos, de modo que el caserío irá en gradual crecimiento.

En 1916 el Concejo Deliberante impone el nombre Pueblo Alberdi, a través de una ordenanza, con la intención de homenaje al doctor Juan Bautista Alberdi, en medio de severos enfrentamientos entre radicales y demócratas, con las airadas protestas públicas del propio Juan J. Almada quien se asumía como el fundador del poblado, por lo tanto, se sentía despojado del nombre que había autoproclamado años antes.

A pesar del cambio oficial, los pobladores y la prensa escrita siguieron llamando al lugar: Pueblo Almada. Frente a tal situación en 1921, los concejales reafirman el nombre Pueblo Alberdi, aunque los reclamos reivindicatorios de don Almada no cesaron. En 1923 fue retirada la placa que decía “Pueblo Almada”, y la sustituyen por otra con el nombre “Pueblo Alberdi” en el frente viejo de la Biblioteca Sarmiento.

Molino Monlezún. Magnífica vista fotográfica del Molino Modelo de Francisco Monlezún, una de las primeras edificaciones de Pueblo Almada y a la vez muestra del progreso industrial que impulsaba a la ciudad a fines del Siglo XIX. (EPIGRAFE)

En 1951, en el pleno auge del peronismo, se elabora un proyecto y el Decreto nº 1.640 que denomina Barrio Presidente Perón al sector. Hecho que fue consagrado por parte del Concejo Deliberante con la Ordenanza nº 51 del 3/7/1953. Si bien el bloque de la U.C.R. votó en contra de la medida, en el barrio no hubo exclamaciones adversas considerando la masiva adhesión del vecindario al Partido Peronista, en tanto la minoría prefería ignorar la denominación. La cosa no duro demasiado, sin llegar al arraigo. Como consecuencia del golpe de Estado llamado Revolución Libertadora- y la subsecuente caída del peronismo, el 30/9/1955 se firmó el Decreto nº 8.393 por medio del cual se restituyó la denominación: Pueblo Alberdi, la cual permanece hasta el presente, por cuanto el resolutivo de 1921 nunca fue derogado.

¿Pueblo o Barrio?

En el verano 1965 tuvo lugar la realización de la Primera Semana de Barrio Alberdi, simpático programa de múltiples actividades culturales, artísticas y deportivas que se prolongó por una década. Esa denominación “Barrio Alberdi” en el programa oficial trajo la consigo discusión al vecindario con la dicotomía: ¿“pueblo” o barrio”?, con posiciones a favor de uno u otro vocablo que, sin dudas, implican significaciones diferentes. La cuestión no fue resuelta del todo, pero, de manera salomónica las instituciones organizadoras, al año siguiente titularon el programa de actos: Segunda Semana Barrio Pueblo Alberdi, y todos parecieron quedar felices y en paz, sin lavarse las manos.

Tal vez hoy Pueblo Alberdi es más “pueblo” que nunca. Ya dejó de ser “el Barrio Alberdi” para dar lugar a un conjunto de barrios que lo integran. Se han ido sumando otras urbanizaciones, desde el antaño Barrio Obrero pasando por el constante asentamiento de sucesivos planes de viviendas que han extendido sus límites hacia el Este y el Sur que continúan haciéndolo. En la década de 1980, la proliferación de asociaciones vecinales aportaron los suyo, con delimitaciones precisas en el mapa: Centro Alberdi, Alberdi Norte, Nueva Argentina, ExCuarteles, Leandro Alem, Peirano, Agustín Tosco y demás, cuyo gentilicio patronal lo define como “Mercedario”.

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