Es abogada y escribana, pero nunca se sintió plena y feliz con su profesión. En contraparte, el arte le apasiona desde siempre, pero lo hacía como hobby

Fue antes de la pandemia que Consuelo Carranza, empezó a tomar cursos de dibujo y pintura. Como por la cuarentena, no se podía salir ni hacer nada presencial, aprovechó para capacitarse de manera virtual en lugares reconocidos. Hizo dos cursos de muralismo. Su primer mural lo hizo en la oficina de su marido. Él la motivó para que se dedique a su pasión y desde ese primer trabajo no paró más. Hoy dejó la abogacía atrás y se dedica a vivir de la pintura, es un sueño que pudo hacer realidad.
El hogar de Consuelo, refleja todo lo que ella es: mucha naturaleza, iluminación natural, grandes ventanales y paredes con sus obras. Con mate de por medio, que para ella no puede faltar, la artista recibe a Otro Punto en su casa para hablar de su recorrido en el mundo del arte.
-¿Cómo fue esa decisión de irte del estudio para hacer lo que realmente te apasiona?
-Siempre trabajé en el estudio que era de mi abuelo y de mis tíos. Muchos se sorprendían porque me quería ir pero me di cuenta que la abogacía no formaba parte de mi personalidad. Incluso no reflejaba lo que soy en mi vestimenta, me tenía que poner ropa más formal. Llegaba a mi casa y me vestía más libre, tal como soy yo.

La abogada cuenta que decidió estudiar abogacía luego de realizar un test vocacional. Estaba entre contadora y la profesión de las leyes y decidió por esta última. Si bien Consuelo fue excelente alumna y muy estudiosa, no era la carrera que a ella le gustaba. “Lo padecí realmente, no lo disfrutaba y me sentía muy estructurada”, cuenta. Hoy en día, la artista, toma como enseñanza todo lo vivido para que sus hijos no repitan la historia de estudiar algo que no los llene. “Siempre digo que somos demasiado chicos en ese momento para elegir lo que vas a hacer a futuro. Y por eso hago mucho hincapié en mostrarle a mis hijos todo un abanico de opciones y cosas que tal vez uno en ese momento no ve”, sostiene.
-¿En qué momento comenzaste a hacerte más conocida en este ámbito de la pintura?
– Las redes me ayudaron un montón. Publiqué el primer mural que hice y una conocida me preguntó si me animaba a hacerle uno en la casa. Así que se lo realicé y por ella me llamó otra conocida y así. Al principio iba unos días a la oficina y otros me dedicaba a pintar. Hasta que llegó un momento que me di cuenta que disfrutaba más hacer obra, así que ahí dejé por completo la abogacía para dedicarme a esto. En los momentos en los que no hacía murales, me quedaba en el taller y pintaba libre. Mostrarme en redes hizo que me conocieran de todo el país. Al igual que haber participado en Casa Foa (una muestra de diseño súper grande) en donde intervine un pasillo. Ese evento me abrió las puertas a un montón de gente interesada en mi arte. A partir de ahí comencé con mi cápsula de empapelados.

La profesional confiesa que se siente mucho más plena desde que se dedica a lo que ama y sobretodo, muy valorada por la gente que elige trabajar con ella y le encarga un cuadro o un mural.
-Cuando pintás, ¿hacés lo que te nace a vos o lo que te pide la gente?
-Lo que me encargan está siempre dentro de mi estilo. Suelo solicitar una referencia de lo que hayan visto o lo que les guste. A veces me piden que algún elemento particular en la obra porque eso les recuerda a algo o les resulta importante. Respecto a los murales hago lo que sé que va a quedar bien dentro de ese diseño. No te podés jugar a hacer una mancha y que de ahí salga, porque eso sino me limita en el después.
A Consuelo le gusta pintar en gran escala, generalmente sus cuadros son grandes de 1.30 x 120 o más. Sobre el tiempo que le lleva realizar una obra, depende de cada trabajo pero no lo siente como un trabajo, sino que va al taller feliz. Se lleva música, el mate y pinta.
-¿Cómo definirías tu técnica?
-En realidad yo tengo una técnica mixta, que significa que utilizo distintos productos. Uso acrílico principalmente. Muchas veces, tiño las telas o las mancho con pigmentos y después uso el acrílico.
-¿La tela del lienzo del cuadro?
-Sí, siempre uso el lienzo de algodón. Muchas veces me gusta que se vea natural, sin imprimación. Y ahora casi todas mis obras las termino con óleo, para dar las luces y las sombras. Y eso genera una impresión más realista.
La democratización del arte
Carranza participó y participará de BADA (Buenos Aires directo de artistas). Se trata de un espacio en el que más de 300 artistas independientes, muestran sus obras de manera directa y personal. Con la posibilidad de conocer a los creadores en primera persona, el espacio, ofrece la oportunidad exclusiva de comprar arte sin intermediarios.
La artista cuenta que esta experiencia le resultó muy enriquecedora ya que pudo contactarse con artistas de todo el mundo y, gracias a BADA, sus obras llegaron a muchos hogares.
Carranza ama estar en contacto con la naturaleza, en pandemia se dio cuenta que disfrutaba mucho estar en el patio de su casa, regar las plantas y disfrutar del aire libre.
“Enaltecer fragmentos del movimiento orgánico de las formas que nos ofrece el entorno natural, para mantenerlo latente a través del arte”, es uno de los objetivos de la muralista.
Otro hobby que tiene Consuelo es jugar al golf, deporte que comparte con sus tres hijos.
-¿Tenés proyectos a futuro?
-Sí. Principalmente me gustaría llegar a más personas y seguir pintando. En Buenos Aires dicté dos talleres y me gustaría hacerlos acá en Río Cuarto. Actualmente estoy armando un espacio para dictarlos y que funcione además como una especie de atellier donde la gente pueda ver mis obras.
“Me llena de gratificación cuando reconocen mi trabajo. Cuando hago murales muchas veces mientras pinto, quienes me contratan, me ceban mates y van admirando la obra, eso es hermoso”, dice Consuelo.
Cuando pinta escucha música y tiene gustos variados. “Soy súper abierta a la música, pongo desde Sabina a Iván Noble. A veces también Jack Johnson o incluso podcast o relatos musicalizados”
Dueña de un estilo único, la muralista plasma en la descripción de sus redes lo que significa esta pasión: “el arte me mantiene alerta a lo que me rodea y me conecta con la naturaleza, mi fuente de inspiración”.


y tomó clases de guitarra un par de años !!! grande Consu !!! felicitaciones !!!