Edu Gattari: “Con cada obra
regalo un pedacito de mí”

El artista plástico riocuartense expone en la Tintorería Japonesa “Identidades en Tránsito”. La propuesta no solo exhibe obras, sino que posibilita una conversación silenciosa entre quien crea y quien observa. Una oportunidad para acercarse al mundo interior de un artista que no teme compartir sus fragmentos más sinceros.

Fotografías: Santiago Mellano

La muestra se compone por dos cuadros y 101 pequeñas piezas que, sin título individual, invitan al espectador a realizar su propia interpretación. “Trato de no ponerle título a mis obras porque no quiero condicionar la mirada de quien las observa. Prefiero que la persona sienta y piense libremente frente a cada imagen”, explica Edu Gattari.

Nació en Banda Norte en 1982 y lleva en la sangre la tradición artística familiar. Su bisabuelo ya organizaba happenings (encuentros artísticos) en los años 50 en la ciudad, mucho antes de que fueran populares en otras partes del mundo. Su abuela materna era Norma Moriones de Carranza, la directora del Ballet Iberia de la ciudad. “Respiré arte desde chico. Mi abuelo dibujaba, mi papá también. Y en casa, los domingos, nos sentábamos a dibujar todos juntos. Era nuestro juego.”, confiesa Edu. Y es justamente ese legado lo que se percibe en su trabajo, que mezcla lo íntimo con lo simbólico.

Con el tiempo, Gattari forjó su sello personal: piezas coloridas, técnicas mixtas, flores recurrentes y una invitación permanente a mirar sin prejuicios.

Su estilo puede definirse como un expresionismo moderno con fuertes tintes urbanos y técnicas mixtas que incluyen papel de diario, tinta, pintura y dibujo. Aunque a simple vista sus pinturas puedan parecer alegres por sus colores, muchas veces contienen una carga emocional más compleja, que contrastan alegría visual con profundidad conceptual.

-Las flores son una marca en tus obras. ¿Qué representan?

-Ya son como mi firma. Aparecen siempre, a veces como un detalle, a veces como protagonista. Me sale solo. Me gusta que la imagen tenga algo propio, algo identificable.


La muestra, según relata el propio artista, tiene un tono autorreferencial: “Las obras son ensayos del yo. En cada pieza hay un poco de mí, de mis emociones, de mi historia. Si bien cada pieza no lleva nombre individual, la muestra si lo tiene y lo llamé “Identidades en Tránsito” porque considero que somos procesos y estamos en constante cambio”.

Del sur cordobés a España

Además de presentar sus obras en Río Cuarto, Gattari se prepara para exponer nuevamente en Barcelona, donde participará en una muestra colectiva e individual, y realizará intervenciones en el espacio público con murales.

¿Cómo vivís esto de exponer tus obras en otros lugares, como en este caso España?

-Me encanta enfrentarme a otras culturas, a otras miradas. Te das cuenta que no es lo mismo pintar en Río Cuarto que en Europa, porque uno lleva lo que vive y su bagaje cultural. La nostalgia no es igual allá que acá y te exponés hacia otra idiosincrasia. A Barcelona vuelvo con dos muestras, una colectiva y otra individual. Además, voy a intervenir espacios públicos con murales.

Eduardo Gattari no solo vive del arte, sino que también se dedica al diseño gráfico. Sin embargo, su búsqueda constante va más allá de lo comercial: “Quiero que lo que hago sea decorativo y artístico al mismo tiempo. Esa delgada línea entre ambos es donde quiero quedarme”.

—¿Te interesa desde tus obras abordar problemáticas sociales?

—No directamente. No me interesa mostrar lo que ya se ve todos los días. Prefiero involucrarme desde la acción: ir a un comedor, pintar una flor en un barrio olvidado. Me parece más transformador eso que repetir imágenes de dolor. No critico a quien lo hace, simplemente elijo otra forma. Yo creo que me involucro de otra manera. Por ejemplo: voy y pinto una flor en un barrio en donde tal vez hay realidades feas y desde el lugar artístico, busco dejar algo lindo.

La muestra “Identidades en Tránsito” ya está abierta al público y se puede visitar en la Tintorería Japonesa de martes a viernes de 10 a 13 y de 17 a 21hs y los sábados de 18 a 21hs, con entrada libre y gratuita.

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