Su canal en YouTube fue uno de los primeros en la ciudad y hoy ya cuenta con más de 6.600 videos subidos. Mano a mano con el guitarrista Jesús Amaya
Fotografía: Santiago Mellano

Sus primeros acordes los hizo con una guitarra de juguete a los 4 años. A los 8 ya estudiaba formalmente con el destacado músico y compositor Oscar Quiroga, quien fue un ícono en Río Cuarto. Para Jesús, aquella pasión temprana nunca se detuvo: “Siempre fue la guitarra. Nunca me llamó la atención otro instrumento. La guitarra y nada más”, relata.
Durante la primaria ya mostraba una habilidad notable, al punto de que su profesor lo empezó a llevar a teatros, a programas de radio y televisión, para que toque con su guitarra. Sin embargo, al comenzar la secundaria, como muchos adolescentes, atravesó una etapa de desconexión, influenciado por bandas como Nirvana y Metallica, que lo alejaban de la guitarra clásica.
Fue en la etapa universitaria, cuando estudió Ciencias de la Comunicación, que la vocación gritaba más fuerte. “Me di cuenta que iba más a la facultad a tocar la guitarra que a estudiar”, recuerda el músico. En 1998 se anotó en el Conservatorio de Música Julián Aguirre. Y ese mismo año, comenzó a dar clases particulares. Nunca más paró. “Desde entonces, solo hubo un mes en el que no di clases. En marzo de 2023, que fue cuando realicé la gira por México, Ecuador, El Salvador, Colombia y Uruguay. Un solo mes en 25 años”, reflexiona Amaya.

YouTube antes que todos
Mucho antes de que la plataforma de videos fuera mainstream, el artista ya tenía un canal con material audiovisual. Su primo subió los primeros videos de Jesús en 2006, cuando él tocaba en la tele. Fue en 2011, con su primera computadora, empezó a digitalizar sus actuaciones televisivas en DVD y a subirlas. Para 2013 ya monetizaba con el canal. En 2020 recibió el Botón de Plata de Youtube: una distinción que da la plataforma cuando se superan los 100 mil suscriptores. Todos los días a las 22.34 sale un video y a veces también por la mañana. Su canal de YouTube se llama “Jesús Amaya Guitarra”. “Hoy tengo más de 6.600 videos”, dice el músico.
-¿Cómo se da esto de monetizar con el contenido?
-Para monetizar, Youtube tiene ciertos requisitos, que con los años se fueron agudizando. Primero necesitás 1000 suscriptores, que muchos al principio conseguían con el típico “yo me suscribo al tuyo y vos al mío, asi que sumó otro requisito que es: tener 4000 horas de reproducción en los últimos 12 meses. Esto se hizo también para que usuarios que habíamos empezado hace tiempo tengamos una especie de prioridad ante canales recientes. No cuenta si vos mismo reproducís tus videos muchas veces desde la misma IP, porque YouTube lo detecta y no lo suma a la métrica real de monetización. Lo importante es que esas 4000 horas se mantengan dentro del último año, sea con un video viral o varios más cortos.
La pandemia como trampolín global
Mientras muchos descubrieron Zoom en 2020, Jesús ya llevaba años dando clases por videollamada. Pero fue durante la cuarentena que su figura creció exponencialmente: organizó fogones digitales que reunían alumnos de todo el mundo. En esa época tuvo hasta 30 mil visitas diarias. En el fogón número 25, decidió hacer uno de 25 horas. Y de ahí siguió: el fogón 50, duró 50 horas. El más extenso fue el fogón número 75, que se transmitió durante 82 horas ininterrumpidas, por YouTube.
-Tremendo eso, ¿cómo fue?
-Una locura. Todos los sábados nos juntábamos a la siesta online, liberaba un enlace de Skype y a la vez se transmitía por YouTube. Y aparecían personas de todo el mundo a tocar por ahí. Primero estaban obviamente los alumnos, el que tocaba dos acordes, el que aprendía su tema. Después lo hacíamos temático, por ejemplo canciones con la palabra amor y así. Los primeros fogones fueron de dos, tres horas y después se descontroló jaja. El más extenso, ese de 82 horas, empezamos un viernes de noche y terminamos un martes del mediodía. Y los equipos prendidos. Me acostaba un rato y dejaba todo andando, siempre había gente conectada tocando. Y pedía que si se cortaba o algo me llamen.
Gracias a su canal y a su comunidad online, Jesús es hoy referente entre músicos y marcas: cuerdas, guitarras, pedales, estuches. Tiene más de 17 guitarras y todo tipo de equipos que utiliza para sus clases, videos y entrevistas. Las fábricas lo sponsorean. Su canal sirvió de inspiración para decenas de youtubers músicos. En 2015 creó una fanpage de Facebook para subir contenido educativo gratuito, esa idea inicial hoy se convirtió en una red que Jesús lidera, “Guitarra Paso a Paso”: actualmente hay más de 300 docentes del mundo que comparten material.

El poder transformador de la música
Jesús no solo enseña: transforma. Como un niño venezolano que estudiaba flamenco en una guitarra destrozada y que terminó recibiendo una nueva, gracias a una colecta que organizó con su comunidad. O Irina, la joven de Ucrania que descubrió el folclore argentino viendo sus tutoriales y se convirtió en una de sus alumnas más destacadas. O un brasileño que fundó una orquesta en una favela con sus tablaturas.
Hoy el músico vive de las clases, de sus contenidos, de los shows y de su estudio de grabación, donde asesora a músicos sobre canales, equipos y producción. “Tengo alumnos en cuatro de los cinco continentes del mundo, África se está haciendo esperar jaja. Mis estudiantes son de Canadá, España, Ucrania, México y otros 30 países más. Con muchos de ellos me hice amigo e incluso me invitan a visitarlos”, cuenta el docente con orgullo.
El futuro: más giras y más comunidad
Entre sus planes está hacer una gira por España, en donde tiene el objetivo de visitar a sus alumnos, ciudad por ciudad. También planea seguir entrevistando a músicos en su canal, y ampliar aún más la red de colaboración. “No hacemos esto por amor al arte, lo hacemos por laburo. Pero es un laburo hermoso. Y si de paso alguien más aprende gratis, mejor.”
Jesús Amaya, es una muestra clara de que se puede vivir de la pasión. El músico es un creador de comunidad y un sembrador de vocaciones. Un artista que, sin proponérselo, se convirtió en escuela.

Mil gracias !!! Cálida nota y calida la visita de ustedes a mi sala !!! Gracias gracias gracias !!!