Hugo Curletto: “Adiós a Las Lilas juega con el estereotipo del éxito en el cine”

La pasión por el cine y la cercanía a sus raíces es algo que caracteriza a Hugo Curletto. El cineasta riocuartense se formó en la Universidad Nacional de Córdoba y realizó una diplomatura en Gestión Cultural. En Adiós a LasLilas, la pantalla grande lo convoca en todas sus facetas: como guionista, actor y director.

Hugo Curletto ha sabido construir una carrera marcada por su amor a la cinematografía y una visión clara del cine como un espacio para explorar la vida misma. Con su última película, nos invita a reflexionar sobre el cine, el arte y el proceso creativo a través de una historia que, a pesar de no ser autobiográfica, toca fibras personales y universales.

En este nuevo proyecto “Adiós a Las Lilas”: escrito, dirigido y protagonizado por Hugo Curletto, el cineasta interpreta a un director de cine frustrado. Este personaje, Dany Summer, se ve atrapado en un mundo caótico y desordenado, luchando por lograr una película en medio de una productora algo desquiciada. Aunque parece ser una especie de parodia de los estereotipos de los grandes directores, en su núcleo está un personaje profundamente humano, lleno de conflictos y contradicciones. El film presenta además a uno de los actores más destacados del cine argentino: Jorge Marrale, quien hace de sí mismo y que es convocado por Dany Summer para interpretar a su padre en una película.

El actor indicado

El vínculo entre Curletto y Marrale no es nuevo. Se conocieron durante el rodaje de una serie en la que Curletto trabajaba como apuntador detrás de cámaras. A partir de ese momento, Hugo comenzó a reconocer en Marrale una humanidad que contrasta con los estereotipos de los actores consagrados.

-¿Cómo fue pensar en Jorge para este personaje y convencerlo para que acepte estar?

-Cuando comencé a escribir la historia, lo primero que pensé fue en Jorge. Lo conocía de trabajar juntos en una serie, y me di cuenta que es una persona muy generosa y humilde, a pesar de su extensa trayectoria. Le escribí, le envié el guion y, al poco tiempo, hablamos. Jorge estaba buscando un desafío, y este personaje le ofrecía una complejidad interesante: tenía que interpretar una versión ficticia de sí mismo. Además, Jorge siempre ha sido un firme defensor del cine federal y de las producciones que provienen de otros lugares fuera de la capital.

¿Ficción, realidad o un poquito de esto y de aquello?

Si bien la historia no es una narración de su vida, el cineasta utiliza elementos de su propia experiencia para construir un relato sobre los procesos creativos, los fracasos y los mitos que rodean al cine y a los cineastas. La historia tiene vida propia, más allá de las experiencias personales de quien la crea.

-¿Cuánto de autobiográfico hay en la película?

-Hay elementos autobiográficos, pero no desde un lugar narcisista. Lo que hice fue tomar elementos de mi propia vida y combinarlos con ficción. En lugar de hacer un relato autorreferencial, lo utilicé como materia prima para construir una historia que va más allá de lo personal. Creo que este cruce entre lo real y lo ficticio es lo que le da fuerza al proyecto.

-A pesar de no ser autobiográfico, ¿tu experiencia como director te ha permitido conectar con el personaje de alguna manera?

-Sin dudas, creo que todos los directores pasan por momentos en los que se sienten como el personaje de la película: un director frustrado. Siempre hay una distancia entre lo que uno espera y lo que realmente pasa. En ese sentido, la película también juega con el estereotipo del éxito en el cine, donde se idealiza mucho lo que debería ser el proceso creativo.

“En este caso, lo autobiográfico no está presentado de forma solemne, sino que lo utilizamos como materialidad, como un recurso dentro de la ficción”, explica el director y agrega: “Lo que se genera es una especie de cruce entre la memoria personal y la invención. Es un juego entre lo que uno ha vivido y lo que se puede imaginar para crear una historia que no solo sea personal, sino universal.”

El proceso creativo

Uno de los temas recurrentes durante la charla con Curletto fue el concepto de “fracaso” en el cine y en la vida. A lo largo de la película, los personajes se enfrentan a las dificultades y limitaciones inherentes al proceso creativo. El actor se muestra consciente de que, en su trabajo como director, también ha experimentado momentos de incertidumbre y de fracaso. Sin embargo, lejos de desalentarse, ha aprendido a convivir con esa incertidumbre y a abrazarla como parte esencial de su crecimiento como artista.

“Todo el tiempo, el proceso creativo se ve marcado por la distancia entre lo que uno espera y lo que realmente sale”, reflexiona el director. “En muchos momentos, la película refleja esa tensión. El cine no es solo un producto de éxito o fracaso. Lo importante es la intención de contar algo, aunque no siempre funcione de la manera que uno imagina.”

A través de Adiós a las Lilas, el cineasta busca también cuestionar los estereotipos del éxito en el cine, esos ideales que se imponen sobre los cineastas y los artistas en general. Curletto subraya que la verdadera medida del éxito no reside únicamente en la taquilla o en los premios, sino en la capacidad de crear algo auténtico y en la satisfacción de haber contado una historia que vale la pena.

Consultado sobre la situación actual del cine en Argentina, y en participar en Córdoba (que ha logrado destacarse gracias a políticas de fomento como la ley de cine y el Polo Audiovisual de Córdoba) Curletto muestra su preocupación por las recientes políticas gubernamentales ya que podrían poner en peligro estos avances.

“El cine es mucho más que un negocio”, enfatiza. “Es una forma de expresarnos, de contar nuestras historias, de aportar una mirada única sobre el mundo. En los últimos tiempos, hemos visto cómo las políticas de fomento al cine y la cultura están siendo atacadas de manera sistemática. El arte y la cultura no pueden reducirse a un simple producto comercial.”

Para Curletto, el cine argentino tiene un valor inmenso, no solo a nivel local, sino internacional, en los festivales de cine de todo el mundo. Sin embargo, ve con preocupación cómo la actual gestión del cine, liderada por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), ha desarticulado muchas de las políticas que permitieron el crecimiento de la cinematografía nacional.

-¿Qué significa el cine para vos?

-El cine es una manera de ver la vida, de acercarse al otro y entenderlo. Es una forma de romper con el individualismo y poder reconocer al otro como parte de nosotros. En un mundo donde la visión crítica se está perdiendo, el cine tiene esa capacidad de cuestionar, emocionar y hacer pensar.

Hasta cuándo y dónde verla en Río Cuarto

Adiós a las Lilas estará en cartelera hasta el 11 de junio en el Centro Cultural Leonardo Favio. La entrada general cuesta $3000 y para estudiantes y jubilados $1500.

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