Pia Florio y Rubén Darío Ramón

La cita clásica de los mediodías que el público ya empieza a extrañar

El abrupto final de la señal local Somos Río Cuarto dejó a nueve profesionales sin su fuente laboral, y a los televidentes sin uno de los noticieros más reconocidos. Pia y Rubén repasaron sus mejores momentos y hablaron de la incertidumbre de estos días

Hace 15 días los trabajadores de Somos Río Cuarto recibieron la peor y más shockeante noticia: quedaban sin su fuente laboral porque la empresa decidió cerrar el noticiero. A partir de ese momento todo fue incierto y movilizador, no solo para los nueve empleados que quedaron a la deriva sino también para el público riocuartense que los seguía día a día. Desde Otro Punto nos solidarizamos con los trabajadores despedidos y decidimos entrevistar a la dupla televisiva que durante años estuvo al frente del noticiero de la mañana: Pia Florio y Rubén Darío Ramón.

La dupla televisiva comenzó en 2016, momento en el que se pusieron al hombro la conducción y producción de la edición del mediodía de “Somos”. Quien tiene la posibilidad de observarlos se da cuenta en solo un segundo el cariño que se tienen y la complicidad que existe entre ellos. Un vínculo que podía traspasar las pantallas: ya con mirarse sabían lo que pensaba el otro y podían fluir de la mejor manera para presentar las noticias.

Durante estos años ambos pudieron demostrar su labor periodística y contar historias de la mejor manera posible. Son innumerables la cantidad de notas que hicieron: a ex presidentes, coberturas en el exterior, personalidades de la ciudad, vecinos y niños.

“Empecé en el canal el 17 de enero del 2011 y en octubre de ese año se creo “Somos”: el noticiero local. Empecé siendo cronista, movilera, salía a la tarde a hacer notas con Pablo Posadas y con Oscar Ruli Ficco que editaba. Estaba Marcelo Gil en esa época yo hacía las notas y él las presentaba. Cuando empezó Somos ingresaron nuevos compañeros y se formó todo el equipo”, cuenta Florio. El periodismo en ella es un estilo de vida y corre por sus venas. Su primer día de trabajo llegó al canal acompañada de su papá quien la llevó y la trajo a su casa. Su padre, Nicolás Ángel Florio, no necesita presentación: su nombre quedó como sinónimo de la práctica periodística en Río Cuarto.

La historia de Rubén con el canal se remonta a años anteriores. Si bien su primer recibo de sueldo marca su ingreso el 20 de junio de1994, tuvo una experiencia previa. Cuando cursaba la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación un docente le comentó que en “Río Cable TV” (así se llamaba la señal en aquellos años) hacía falta alguien que hablara de deportes. Entusiasmado, Rubén fue hasta el lugar y realizó una prueba de cámara. Ese mismo día también le comentan que había una emisora que estaba por abrir FM Libre, hizo esa prueba y también quedó.

“Desde allí se generó lo que iba a marcar durante años mi desarrollo periodístico”, cuenta Rubén. Fue en el año 94 que el periodista comenzó a ser conductor de “Somos”, todo un desafío para él.

-¿Alguna anécdota que recuerden de alguna nota?

-Ramón: Sí, hay muchas pero creo que hay una que nos acordamos bien los dos. Nos pasó una vez que no habíamos visto la nota editada. Era sobre una veterinaria que vendía todo tipo de accesorios: mantita, collares y botitas para los perritos. La cuestión es que la nota termina con el perrito vestido y con las botitas puestas. Se ve que era la primera vez que al perro la habían puesto eso y empezó a caminar en puntitas de pie. Era rarísimo al aire. No podíamos parar de reírnos, pobre animal jaja. La miré a Pia para tomar aire y así seguir, pensando que era yo el único que se estaba riendo y la veo y ella estaba peor que yo. Tuvimos que mandar al corte porque estábamos muertos de risa.

-Florio: No dábamos más de la risa, después tuvimos muchos momentos graciosos y de chistes porque el humor hacía todo más llevadero, pero como esa vez creo que ninguna.

-En estos años también han tenido logros periodísticos, ¿cuáles son las entrevistas, coberturas que más destacan de su trayectoria en Somos?

-R: Yo hice una nota en la Universidad cuando en teoría Gustavo Beguet (el hombre que había sido denunciado en el año 2016 por la violación y secuestro de una mujer de 60 años durante cinco días) iba a rendir su última materia de Veterinaria. La nota termina en un aula, con el cuerpo docente. Había muchas chicas del colectivo feminista enardecidas y personas alrededor que pedían que no se le tome el examen final. Sale del aula Beguet, estábamos con mi compañero y otros colegas. Le hago una pregunta y no contesta. Quedo solo con el camarógrafo y me empieza a contestar. Entonces lo llevo hasta las escaleras, la planta baja del edificio de Agronomía y Veterinaria. Baja la escalera y lo sigo. Todo esto en un contexto bastante difícil porque las chicas venían gritándole y yo trataba de que se calmen para poder escucharlo porque sabía que estaba teniendo un testimonio importante.  Y le hago una pregunta respecto del hecho, y él me responde aceptando que cometió la violación. Y una vez que escuché eso, le pregunté si se arrepentía. Dijo que sí. Bueno, sentí que ya estaba. Fueron, no sé, cinco minutos pero mucha adrenalina, por el contexto, por la persona que entrevistaba.

No sabía cómo podía reaccionar. Y esa, creo, fue mi nota más valiosa en términos periodísticos. Después he hecho notas muy lindas. Después del mundial Corea Japón 2002 vino Hernán Crespo al autódromo. Él se movía con su círculo y era inaccesible y lo pude entrevistar. También he podido hacerle preguntas a ex presidentes, como Menem o Néstor Kirchner. Las notas que más me movilizaban hacer era con niños, porque con un político cualquiera puede hablar pero a los niños es un gran desafío hacerlos hablar y eso me encantaba.

-F: Se me vienen a la cabeza un montón. Siempre me gustaron mucho las notas de color. Pero igual, una cobertura que me gustó y que me parece que estuvo muy interesante del lado profesional fue la cobertura del caso Sabena, cuando los condenan a la familia Vargas. Me acuerdo ese día en tribunales. Esa cobertura fue importante. Estaban las personas que luego fueron condenadas, estábamos todos los periodistas de un lado y ellos del otro. ¡Cómo nos miraban a nosotros!, eso fue terrible. Después, cómo estaba Rosa, bueno, hacer notas con ella, habíamos ido todo el juicio. Obviamente todas las notas previas, hasta que elevaron la causa de juicio. Recuerdo ese día del juicio en el cual condenan a parte de la familia Vargas como algo trascendente.

Y después he hecho varias notas que a mí me han significado mucho y que me gustaron. Una en el Cotolengo por el día del amigo con Nacho e Iván. Iván vive ahí en el Cotolengo todavía, tiene Síndrome de Down. Se hicieron muy amigos y Nacho lo visita todos los días. Encontré ese dato, le pregunté a una de las monjas si podía hacer la nota y me dejaron entrar. Fue hermoso escucharlos a ambos contar su historia, cómo se habían conocido, Nacho pidió un permiso especial para llevarlo, iban a tomar helado, compartían. Me acuerdo de ellos abrazados. Fue hermoso. También pude hacerle una pregunta a Macri que fue muy incisiva en ese momento y se nacionalizó. Y bueno, es una adrenalina hermosa. Esa cosquillita siempre la sentí en cada nota, en cada salida al aire.

 -¿Y cómo fue cuando se enteran de todo esto y que quedaban sin su fuente laboral?, ¿fue inesperado, se lo venían venir?

-R: Fue hace 15 días que nos hicieron una videollamada  desde Buenos Aires y nos dijeron que el noticiero dejaba de existir y nos ofrecían el retiro voluntario. No hubo alternativa a futuro respecto de la continuidad laboral.

-F: Sí, aparte nos habíamos enterado de que a fines de septiembre, principios de octubre, había cerrado el Somos Río Tercero. Estábamos muy vinculados con ellos. Yo creo que fue ahí que empezamos a pensar si podíamos ser los próximos. 

-¿Qué justificación les dieron sobre la decisión?

-R: Solamente hicieron alusión a una cuestión económica, de números.

-¿Cuántos eran los trabajadores del equipo?

-R: Nueve. Cuatro periodistas, Dafne Acevedo Giménez, Fernando Rivero, Pia y yo. Después los camarógrafos: Leonardo Villagra, Pablo Posadas, Ezequiel Escudero y los compañeros técnicos, Oscar Ruli Ficco y Guillermo Fernez. Cuatro periodistas y cinco técnicos conformamos el grupo de nueve personas que estábamos directamente vinculadas al noticiero.

Consultado sobre si tienen pensado qué hacer a futuro, ambos coindicen que les gustaría hacer algo juntos. Que hay esbozos pero el contexto político y social actual no ayuda. “Hay esbozos, pero primero queremos tener unos días para limpiar la mente”, dice Rubén.

-¿Cómo fue para ustedes hacer ese último programa el 3 de febrero?

-R: Yo, como entraba de vacaciones el 3 de febrero, me despedí el viernes anterior y le comenté a Pia esto. Ella me dijo: no me vas a dejar sola. Así que volví en el programa final para tener una última posibilidad de despedida.

-F: Le dije venís o venís, no tenía opción.

-R: Es que en principio, ellos tenían que seguir. Yo arrancaba vacaciones en febrero, ella volvía de sus vacaciones y comenzaba a trabajar. Y desde que nos enteramos la noticia, fueron días realmente duros. Sabés que estás despedido y obvio tenés que ponerle la mejor cara. Mi compañero Fernando de manera muy generosa, preparó unas palabras para mí que yo no esperaba porque era mi despedida. Ahí dije al aire que no me iba solo sino todos mis compañeros porque el proyecto vencía. Esas palabras que fueron hermosas, me desestabilizaron por lo emotivo. Eso fue el viernes ese que yo me iba y el lunes volví para acompañarlos en el último programa que se hizo esa mesa de cuatro y aparecimos todos al final.

-F: Sí la idea es que todos pudieran aparecer en cámara en ese último programa. Ese día yo quería despedirme haciendo alguna nota. Así que salí, hice unas notas y pude hacer ese cierre digamos que era lo que necesitaba.

-¿Qué les gustaría que pase de acá en adelante?

-R: Claramente el periodismo me ha permitido desarrollarme como persona pero para mi es un trabajo. Yo no tomé al periodismo como un hobby, no es un pasatiempo. Primero porque me formé en esto. Podrán criticarme y es algo válido, pero tengo muy claro que me preparé. Hacer periodismo es lo que claramente me motiva y seguiré haciendo si Dios quiere. Cuando empecé en la profesión, el papá de ella, en Lv16, me dijo algo que me quedó grabado y siempre se lo cuento. “No ganamos plata, pero nos divertimos mucho” y me quedó grabado esto de que tal vez la profesión no iba a ser rentable como otras pero había que divertirse y es lo que he tratado y seguiré tratando de hacer. 

-¿Qué es lo que te llevás de Pia?

-R: Pia le puso le puso pimienta a lo periodístico. Esto de incentivarme, de acomodarse rápido a la situación. Ella es un sabueso de la noticia, absolutamente. Después desde la parte humana, ni que hablar. Empatizar sobretodo. Ya es una relación de amistad, de cariño, nuestras familias se conocen. El sábado tuvimos un asado, con su marido, hijos, mi señora. Y bueno, sin duda que ha sido una gran compañera. Creo que terminamos haciendo una buena dupla de aquel primer noticiero a los últimos.

-¿Qué es lo que te llevas de Rubén?

-F: El otro día pensaba, aprendí mucho de él. Es muy preciso, muy riguroso a la hora de dar una información. Es una persona muy detallista, le tiene muchísimo respeto a la gente, a la audiencia. Y también otra cosa que aprendí que siempre digo es que para él la gente tiene mucho valor. Todos los entrevistados tienen su importancia y siempre se preparaba de alguna manera para ir a hacer esa nota.

Si él hace una nota con un concejal, era la mejor nota que hacía. Además para mí es uno de los mejores preguntadores que tenemos. Hay que saber preguntar y no irse por las ramas. Él tiene una capacidad de resumen y de saber preguntar bien. Y bueno, y como persona, genial. Nos súper divertíamos, nos reíamos, mucha complicidad. Logró que sea muy ameno y natural salir en cámara. Para mí es como un hermano mayor, ese que te quiere, que te cuida, que te ayuda.

Por último, ambos, agradecen a la gente, a los televidentes que siempre estuvieron bancando, mandando mensajes, mirando atentos. Incluso ahora, muchos, muy afectados por la noticia.

“Cuando todo termina lo que queda es lo que hicimos y cómo pudimos hacerlo”, plasmó en un escrito, Rubén, en sus redes. Y si bien, este final no fue el esperado porque se quedan sin su fuente laboral, sin dudas quedará siempre el trabajo realizado y la certeza que desde lo humano y lo periodístico Pia, Rubén y quienes formaron parte del equipo Somos, se van por la puerta grande.

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2 comentarios en “La cita clásica de los mediodías que el público ya empieza a extrañar”

  1. Juan Carlos Massaccesi

    Excelente la nota.
    Emotiva y por supuesto que no es sencillo sobreponerse a una situación tan angustiante como la de quedarse sin la fuente de trabajo.
    Felicitaciones a ese grupo humano y desear que pronto puedan volver al ruedo.

  2. Hermosa nota, no puedo evitar la tristeza, excelentes compañeros y mejores personas, los voy a extrañar demasiado, pero seguro que lo que viene es mucho mejor. Éxitos… Totales!!

Los comentarios están cerrados.

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