Sanar desde un todo: mente, cuerpo y espíritu en armonía

Con una historia personal atravesada por la enfermedad de su hijo y un camino de formación en diversas terapias complementarias, María Paula “Popy” Vázquez encontró en la biodescodificación y las constelaciones familiares las herramientas para acompañar procesos de sanación profundos. Desde su espacio “Sinergia, Integración Holística”, integra: mente, cuerpo y espíritu en un abordaje complementario a la medicina tradicional, invitando a dejar atrás el lugar de víctimas para asumir la responsabilidad sobre la vida que elegimos.

Fotos: Santiago Mellano

En un mundo en el que la terapia holística está en auge, María Paula “Popy” Vázquez habla con la convicción de quien encontró en su propio camino de vida la llave para acompañar a otros en procesos de sanación. Ella es terapeuta holística integral, la misma aborda el bienestar integral del individuo, integrando mente, cuerpo y espíritu, y complementando la medicina convencional  Popy se formó en múltiples disciplinas (péndulo hebreo, reiki, constelaciones familiares y biodescodificación) pero reconoce que son estas dos últimas las que se convirtieron en el eje de su práctica cotidiana. La terapeuta reconoce que si bien estas herramientas son ancentrales, recién en los últimos años comenzaron a expandirse en Occidente, muchas veces rodeadas de prejuicios o incomprensión.

El origen de su vocación está atravesado por su experiencia personal. Su hijo mayor, diagnosticado con esclerosis tuberosa, convulsionaba muy seguido cuando tenía apenas tres años. Desesperada por encontrar respuestas, llegó a la constelación familiar de la mano de un médico homeopático. Esa primera vivencia, fuertísima, le abrió el camino. “Después de constelar, mi hijo empezó a responder a la medicación. Claro que no dejé de tratarlo con la medicina tradicional, pero entendí que era necesario trabajar también lo emocional y lo transgeneracional”, recuerda. Desde entonces no dejó de estudiar ni de aplicar estas técnicas, primero en ella misma y luego en otros.

Popy recibe a Otro Punto en su espacio: “Sinergia, Integración Holística”: un lugar que invita a la calma ya que todo lo que rodea confluye para que así sea. La iluminación, los tonos cálidos en paredes y textiles, la naturaleza por doquier, hace que Sinergia se convierta en un espacio vivo y acogedor que invita a quedarse. Tal como se quedó Otro Punto para hablar sobre esta terapia que, como decíamos al inicio, está en auge.

La palabra holístico quiere decir del todo. Es decir, es abordar al ser humano en toda su esencia física, psicológica y espiritual. Somos todo eso. Cuando la biodescodificación entra a trabajar un asunto, lo aborda, arranca, qué diagnóstico tenés. Eso nos abre la puerta. Después vamos a ver cuál es tu creencia para entender por qué pasa lo que sucede. Pero además tenemos en cuenta todo lo que tenga que ver con el transgeneracional que es la esencia del ser.

-¿Tiene que ver con el árbol genealógico?

-Exacto. De nuestros ancestros. Entonces hay muchos factores que vienen a impactar en este estar siendo. Nosotros traemos de siete generaciones a esta parte, creencias e información, totalmente inconsciente, desde la gestación hasta hoy. A veces toda esa información y ese proceso nos generan estos bloqueos emocionales. Es decir, viví una situación  que en el momento no la pude gestionar por el motivo que sea y que hoy me hace ruido en mi presente. Puede ser lo que sea: ejemplo, no consigo trabajo, no logro tener una pareja estable, nunca tengo dinero, etc.

-¿Y cuál es la dinámica para hacer biodescodificación?

– El consultante viene, me cuenta cuál cuál es el síntoma o la situación que le está generando estrés y en función de eso, vemos la emoción que eso le provoca: puede ser enojo, bronca, miedo, frustración, lo que sea.  Tomamos esa emoción que nos va a llevar inconscientemente a su historia. No es que entran en un estado de inconsciencia o en trance, para nada. Es una charla normal, que permite que el inconsciente llegue a ese lugar que generó esta situación.

Para entender la diferencia, la biodescodificación es un trabajo de introspección dialogada, mientras que el péndulo hebreo cumple otra función: limpiar el campo energético y liberar al consultante de vibraciones densas que, según Vázquez, pueden provenir tanto de la propia rumiación mental como de la influencia externa.

Las constelaciones familiares ocupan otro lugar central en su práctica. Se pueden realizar de manera individual, utilizando muñecos representativos del sistema familiar (llamados vincores), o grupal, con la participación de personas que representan simbólicamente a los miembros del clan. “Es energía pura Muchas veces salen a la luz secretos familiares que son fuertes, pero profundamente sanadores. Por eso recomiendo empezar primero con biodescodificación, para luego ir a una constelación y finalmente volver a la bio, de modo de darle un cauce y sentido a lo revelado”, comenta. Advierte que estos procesos son fuertes, no es algo superficial: “Hablamos de almas, de dolores y de procesos profundos. La responsabilidad del terapeuta es fundamental”. Pero la terapeuta deja en claro que ninguno de estos procesos te puede llevar a algo negativo.

-Sin dar nombres claro, pero ¿nos podés contar algún caso que hayas vivido como terapeuta que te haya impactado?

-Hay casos muy zarpados, de gente que ha hecho transformaciones significativas. Gente que ha sanado de un cáncer, de gente que ha arreglado vínculos. Bueno, hace poco vino una chica que descubrió que su abuelo paterno no es el biológico. Y fue impresionante cómo se le empezaron a destrabar las cosas después de eso. Se destrabó su relación con la pareja, su relación con el trabajo. Pero yo siempre digo, tendría que tener los testimonios, porque a veces es difícil de creer.

-Hablaste de gente que se pudo curar de un cáncer, que es muy fuerte eso. Me imagino que no es que hacer este tipo de terapias sustituye a la medicina tradicional, digo ¿estás a favor de la medicina tradicional?

-Sí claro. Para nada creo que estas terapias la sustituyen. Sino que es algo que acompaña. Cuando mi hijo era chiquito y convulsionaba seguido y ya no sabía que más hacer o a qué medico consultar, empecé a constelar. Al tiempo mi hijo mejoró, le encontraron el diagnóstico indicado. Pero claramente, nunca lo dejé ni dejaría de medicar. Es una técnica que complementa a la medicina, acompaña justamente en esto que hablamos al principio de que uno es un ser holístico, es abordarlo en un todo. La medicina sana, la medicina cura, la biodescodificación suelta este bloqueo emocional que me genera el síntoma. Pero tengo que acompañarlo con la medicación, con los tratamientos, es una locura pensar que no.

“Hay consultantes que entran al consultorio de una manera y salen de otra, con una carga menos, con alivio inmediato”, relata la terapeuta.

-¿Cuánto dura una sesión de bio?

Entre 45 minutos y una hora y cuarto, más o menos. La primera suele ser un poquito más larga porque hay que hablar y entender más cuestiones.

-¿Y las constelaciones?

-Las individuales que se trabajan en consultorio duran una hora aproximadamente, depende la apertura de la persona y de lo que hable. Las grupales se realizan en talleres en jornadas más extensas por ejemplo de 3 a 7 de la tarde.

-¿Qué le dirías a alguien que quiere hacer una de estas terapias y no se anima?

-¡Que no tema! Pero igual, está bueno respetar la resistencia. Cuando sacan un turno trato de darles el más próximo porque si no suelen cancelar, pero por este hecho de que empiezan a aparecer estos pensamientos intrusivos. El miedo, mientras más tiempo pasa, más se incrementa. Pero yo siempre digo que está bueno evacuar dudas, consultarle al terapeuta.

Hoy, además de atender en su espacio, Popy, participa en charlas, en espacios radiales y mantiene una fuerte presencia en redes sociales (@popy_vazquez), donde comparte su mirada y experiencias.

De hecho el martes 23 de septiembre a las 20.30hs estará en Catársis Bar brindado una charla de los vínculos. “Vamos a hablar de todos los vínculos: con los hijos, con los padres, las parejas, con todo lo que eso trae. Desde un lugar bien relajado, pero la importancia que tienen estas terapias que es poder salir de sentirme una víctima para hacerme responsable de la vida que yo estoy eligiendo”, explica Vázquez.

Popy se define como una eterna aprendiz, convencida de que cada técnica, cada sesión y cada historia suman al despertar colectivo que, según cree, caracteriza a esta época. “Estamos en la era de la toma de conciencia. La enfermedad aparece cuando hay incoherencia entre lo que pienso, lo que siento y lo que hago. La biodescodificación y la constelación ayudan a restablecer esa coherencia, a dejar de sentirnos víctimas y asumirnos responsables de la vida que elegimos. Eso, para mí, es la verdadera sanación”.

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