Influencer y veterinario

El padre de Olga, la vaca que enamoró a las redes

En la vida cotidiana del campo, Gastón Britos (28) encontró el material ideal para conquistar un público masivo en las redes. Los terneros Olga y Rogelio son la sensación de más de un millón de seguidores

Nacido y criado en el campo, él no dudó cuando tuvo que elegir qué estudiar. Tiene una fuerte pasión por los animales y una gran conexión con la naturaleza. Hablamos de Gastón Britos, tiene 28 años y es Médico Veterinario, graduado en 2019 de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Nació en una zona rural llamada “Los Tres Pozos”, lugar cercano a Río Tercero. Actualmente vive en Río Cuarto. “Particularmente soy bichero desde chiquito”, confiesa Gastón.

Hizo la primaria en una escuela rural y al finalizar tuvo que irse a Los Cóndores a hacer el secundario. Pertenece a la primera generación de estudiantes universitarios de su familia. En 2022 se fue a vivir a la costa argentina, Balcarce (localidad vecina de Mar del Plata). Allí estuvo viviendo en el INTA en el que realizó una especialidad en Salud Animal de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Terminó este trayecto en 2023 y volvió al Imperio.

En 2019, el profesional empezó a notar una brecha entre la gente y los conocimientos de los veterinarios. Entonces decidió mostrar en sus redes la vida de campo. Hoy tiene un millón 400 mil seguidores entre Instagram, TikTok y todas sus redes.

La gente se encariñó con sus animales (Rogelio y Olga) que son los terneros protagonistas de sus videos.

-¿Cómo fue esta decisión de mostrarte en redes sociales?

-Cuando estaba terminando la carrera comencé a ver que los consumidores no tenían información suficiente de lo que sucedía con las producciones animales, ya sea carne, leche o huevos. Así que mi primera intención fue abrir las tranqueras de los campos y empezar a mostrar lo que había dentro de un campo: de un galpón con gallinas ponedoras, con cerdos, cómo se producen las vacas para carne, cómo se produce la leche en un tambo, con lo que sea. Quería mostrar el contenido neutro, técnico, para que la gente sepa cómo se hacen las cosas con la ciencia puesta sobre la mesa. Me parece importante que la gente tenga esa información para que después cada uno tome su decisión si quiere ser vegano, si quiere consumir más carne o lo que sea. Cada uno maneja su vida, pero está bueno que siempre pongas a un profesional que te lo cuente, una persona que ha estudiado toda su vida para eso. Entonces, nació de ahí y de a poco empezó a vincularse el contenido con un poco de humor, de tratar de que no sea una clase, un libro, que sea aburrido, sino que de a poco, entre chiste y chiste, podamos aprender.

-La gente ama a los protagonistas de tus videos que son Rogelio y Olga, contanos de ellos.

-Rogelio nació en 2023 es un ternero, bueno en realidad ya novillo que está acá en el campo. Empecé a mostrar la vida de Rogelio y a la gente le encantó, entender su historia y sobre todo ver cómo crecía. Eso nos hizo que Rogelio se vuelva medio un emblema en su momento, después pasó el tiempo y llegó Olga, que nació este año. Ella también tuvo una historia de superación muy grande porque nació, la madre la abandonó y tuvo una enfermedad grave con la estuvo cerca de morir, así que fue paciente mío y luego la terminé adoptando. A la gente le encanta verla relacionarse con nosotros, con los perros e inclusive con Cuzco, que es el perro que adoptamos hace poquito.

La manera en que describe a Rogelio, deja traslucir cómo se compenetra con la vida de sus animales. “Rogelio es un ternero macho, un poco más tostado que Olga y más introvertido. Está suelto en el campo y se mete entre las vacas. Si lo llamás no viene, pero si vas a buscarlo sí se deja acariciar. Rogelio a los 3 o 4 meses ya dejó la mamadera”.

Y en relación a Olga, dice: “Es mucho más vivaracha, no quiere dejar la mamadera a pesar de ya tener seis meses de vida. Es más sociable y conoce a toda la familia. Pero también tiene sus espacios cuando ella termina de tomar la leche, le gusta irse al campo y que no la molesten por lo menos por unas horas. Es marrón clarito y tiene unas pintitas muy características en el morro, negras. La gente juega pensando qué forma tienen las pintitas que tiene Olga en la nariz incluso algunos indican que parecen un Mickey Mouse”.

-Hay muchos chicos que aman a los animales pero les da pena verlos sufrir, por ejemplo si tienen que realizar alguna operación. En tu caso, ¿cómo manejas eso, qué es lo más difícil de ser veterinario?

-Yo creo desde ese lado me fue un poco más fácil porque el hecho de haber nacido y haberme criado en el campo, tuve que ver de todo en animales. Entonces, un poco te vas fogueando y tenés esa ventaja. Sí es cierto que la profesión de veterinaria es por ahí un poco diferente a lo que uno piensa desde chico. Es una responsabilidad muy grande, donde no solamente hay que pensar en el animal, sino también en la gente. Pero creo que la parte más interesante de la veterinaria es la pasión, es muy apasionante. Y a mí me enganchó eso y cada día me gustó más, esta vinculación que tienen los animales con las personas y cómo uno puede ayudar al animal y puede ayudar a las personas al mismo tiempo. Incluso me llevó a encontrarme en situaciones de estar con gente y personas en el medio del monte o en un incendio, es tremendo.

-Has visitado Corrientes con un consultorio móvil, ¿qué podés contar de esta experiencia?

-Sí, en 2022, cuando fueron los incendios. Hicimos una veterinaria móvil, era un auto lleno de donaciones y todo lo necesario para poder atender a los animales que estaban afectados por el fuego. La idea surgió de un amigo. Pensábamos que íbamos a atender a vacas, que es el animal con lo que uno más trabaja. Pero la verdad que nos encontramos con animales que jamás habíamos visto como yacarés, carpinchos, una seguidilla de animales que desconocíamos por completo. Nos tuvimos que basar en otros colegas que se dedicaban a estos animales. Lo importante fue que pudimos mostrar sobre todo cómo afecta una catástrofe a todo el entorno, porque llegás y te encontrás con gente viviendo en una casita en el medio del monte con sus chivitas y necesitás ayudar a los animales y te das cuenta que falta de todo.

A partir de ese viaje, Britos consolidó muchos proyectos, como colectas para perreras, para protectoras de caballos, para los incendios de Córdoba. Este año nació la veterinaria móvil, que es el primer vehículo propio para poder estar en esos sitios.

A la camioneta la bautizó como “La Veteneta”, una Renault Kangoo, que está terminando de armar para tener lo necesario en caso que haya que ir a un incendio, catástrofe o lo que sea necesario.

-¿Cómo estará equipada la Veteneta?

-Lo principal es un equipo de cirugía, fármacos. Para poder atender una emergencia en general y estabilizar a un paciente. También alimentos: maíz, fardos, etc.

Gastón decidió especializarse en grandes animales, en bovinos principalmente en rumiantes ya que le llamó la atención cómo era el vínculo entre productores y animales y quiso ayudar a que les den el mejor trato posible. “Yo encontré mi pasión en las vacas, en vivir rodeado de vacas y lograr que en cada campo que yo esté se hagan las cosas lo mejor posible”, sostiene el veterinario.

-Con el tema alimentación, ¿consumís carne?

-Mirá ese es la pregunta clásica que le hacen a todos los veterinarios. En mi caso no soy vegetariano ni vegano justamente porque trabajo con animales que muchas veces terminan en mataderos y trabajo desde dentro del sistema tratando de hacer que cada productor pueda hacer su producción de la mejor manera posible. Hoy sabemos que la humanidad está consumiendo muchísima carne, las proyecciones a futuro es que cada vez se va a demandar más y si eso pasa es necesario que hayan veterinarios que regulen esto. Hay veterinarios trabajando en mataderos tratando de hacer que todo sea lo más higiénico posible, que se respete la buena muerte del animal, que se haga todo lo necesario para que sea seguro consumir ese alimento. Hay veterinarios que son veganos, sí, es cierto, y hay otros que no, pero más allá de eso, de la decisión de qué come cada uno, me parece que lo más importante es involucrarse. Y en base a eso, tratar de hacer los cambios para mejor desde adentro.

-¿Cuál es el próximo objetivo que tenés en lo profesional y en las redes? Este año la idea es poder darle forma a la Veteneta. Quiero conocer lugares, todo el país y si puedo ir a otros países me encantaría. Es algo que vengo haciendo hace algunos años de recorrer lugares recónditos de Argentina, para mostrarle a la gente cómo son los productores y cómo son los animales en ese lugar. No es lo mismo criar una vaca acá en Córdoba que criarla en el medio del impenetrable chaqueño. Tuve la suerte de poder hacer un documental el año pasado hablando de eso. Y es algo que quiero continuar, porque es uno de los grandes impulsos que me da como profesional y que sé que no hay tanto, sé que hace falta más.

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6 comentarios en “El padre de Olga, la vaca que enamoró a las redes”

  1. Excelente. El bienestar animal es uno de los puntos principales a tener en cuenta a la hora de la exportación de la carne argentina

  2. Excelente nota. Es interesantísima la mirada de Britos y su trabajo tan novedoso, llevando esta actividad del campo a las redes. Y sobre todo mostrando la impensada relación entre animales y humanos que no creíamos posible, como Olguita y su papá Luchón. Asombra el amor mutuo que ha nacido entre ellos, descubriendo una increíble faceta entre dos especies tan distintas. Además los objetivos que se fija mas los ya cumplidos nos muestran a una enorme persona y un gran profesional. Muy buena nota de Celeste. Gracias.

Los comentarios están cerrados.

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