Tras 5 meses de fuga, Matías Centurión se entregó

¿A la cárcel por cripto estafa?

Aunque este tipo de delito no tiene una pena alta, la conducta evasiva del “crack” de las criptomonedas lo compromete seriamente. El fiscal Miralles tiene dos semanas para decidir si le dicta o no la prisión preventiva. Entretanto, queda detenido en la alcaidía de la Policía

Matías Centurión apareció nuevamente en la ciudad de la misma manera que se había evaporado entre la noche del 18 de diciembre y la madrugada del 19: envuelto en humo. El chico delgado del jopo copioso llegó por sus propios medios, y sin la compañía de un abogado, a la departamental de la calle Belgrano al 50. Entonces, como hace casi cinco meses, esa fábrica sin chimenea que es la usina de rumores volvió a funcionar a tope.

A las preguntas habituales -¿por qué se fue?, ¿dónde estuvo?, ¿alguien lo protege?-, ahora se sumaban otras: ¿Centurión será imputado?, ¿quedará detenido?

Empecemos por las preguntas finales. El crack de las criptomonedas efectivamente quedó imputado por dos casos de estafa y sí, quedará detenido en la alcaidía del centro, al menos hasta que la Fiscalía de Cuarto Turno, a cargo de Daniel Miralles, defina si le dicta la prisión preventiva o continúa investigando la causa con el acusado en libertad.

Para conocer la respuesta a los otros interrogantes, habrá que esperar la declaración de Centurión que se produciría la semana que viene cuando designe un abogado defensor. Entretanto, los datos que se pudieron rastrear en la Justicia son los mismos que cualquier vecino de la ciudad podría presumir sin ser un investigador. Nadie se lo llevó. Se fue de Río Cuarto y volvió casi cinco meses después por sus propios medios. No estaba mal alimentado ni mostraba signos de haber estado encerrado por la fuerza. “Lo ví flaco, pero yo no lo conocía de antes así que no puedo decirte que perdió peso”, confió a Otro Punto, alguien cercano a la pesquisa.  Y a la hora de declarar, no estaba del todo calmo, aseguran. “Tranquilo no estaba, pero tampoco se lo veía excesivamente nervioso”, evocaron la tensa mañana en que las redes sociales ardían con la noticia de su aparición.

La hipótesis sobre el motivo de la fuga, podría resumirse en la frase textual de uno de los investigadores. “Para mí, se asustó”. Tan simple y contundente como eso.

Desde que dio noticias de su paradero, alrededor de las 8 de la mañana de un martes 13 especialmente tenso para él, Matías Centurión dejó de moverse en soledad. Tanto el traslado desde la Central de Policía a la Unidad Judicial de Banda Norte, como el camino de regreso hacia la alcaidía, lo hizo en un patrullero y acompañado de policías.  Era todo un indicio de que Centurión no iba a recuperar la libertad de inmediato.

Contracara

En estas horas, en las dos unidades judiciales avocadas al “Caso Centurión” se viven sensaciones contrapuestas. En la Unidad Judicial ubicada en la calle República del Líbano 58 el ayudante fiscal Maximiliano Giralda respira aliviado después de largos meses de búsqueda del paradero del crack de las criptomonedas que dejó un tendal de personas con sus bolsillos vacíos. Para el funcionario apostado en Banda Norte, el de Centurión hoy ya es un caso cerrado. En cambio, en la Unidad Judicial número Uno, a cargo de la ayudante fiscal Laura Cerdá, la aparición del exjefe de prensa de Asociación Atlética Estudiantes significa una inyección de adrenalina y una pesada mochila. Allí es donde investigan la magnitud del perjuicio económico que causó el joven broker que se las ingenió para captar ahorros por una suma que, según afirmaron algunos damnificados a este medio, supera el millón de dólares.

Centurión ofrecía inversiones en criptomonedas con promesas de rendimientos de hasta un 5% mensual en dólares. Sin embargo, a mediados de diciembre, cuando varios inversores solicitaron retirar sus fondos, no pudo cumplir con los pagos. Después de conducir el programa Imperio Celeste que salía por YouTube, desapareció de la ciudad entre la noche del miércoles 18 de diciembre último, y la madrugada del 19.

Ahora será el fiscal de Cuarto Turno, Daniel Miralles, el que deberá decidir si queda o no en libertad. Si bien el delito de estafa no tiene una pena alta, la conducta evasiva del “crack” de las criptomonedas le juega definitivamente en contra. Para dar el dictamen, el fiscal cuenta con diez días hábiles, es decir, que a lo sumo en dos semanas se sabrá si Centurión queda preso o puede esperar libre un posible juicio.

Lo curioso, como ya lo adelantó Otro Punto, es que sólo dos mujeres se animaron a denunciar el presunto fraude en la Justicia. Ninguna de ellas está vinculada al club de la Avenida España. Curioso, decimos, porque es vox pópuli que entre los perjudicados por la maniobra que el joven montó a través de la empresa CriptoDeFi se cuentan jugadores, dirigentes e hinchas de Asociación Atlética Estudiantes.

Uno de los damnificados, incluso, habló con este periodista y confesó que prefería perder todos sus ahorros a exponer el engaño en los tribunales, “porque detrás de esto siento que hay algo muy oscuro”. Acá lo podés leer:  https://otropunto.ar/a-fondo/no-lo-denuncie-porque-hay-algo-muy-raro-atras/

Mientras tanto…

En los casi cinco meses de ausencia, en Río Cuarto y, más precisamente en el club que le había confiado a Centurión la relación con la prensa, pasaron cosas. El presidente Alicio Dagatti y uno de sus hijos siguen detenidos en Bouwer, ahora con prisión preventiva. Por estas horas se define si la abogada de Dagatti, Virginia Collosa, continúa en prisión acusada de haber participado de una maniobra para introducir carne en mal estado (¡en la misma cárcel donde ahora está detenida!). Y, una semana atrás, al propio presidente de Estudiantes le rechazaron el pedido de que la causa por el tráfico de drogas y celulares pase a la esfera federal, la última carta que se jugó el empresario de la carne en su intento por recuperar la libertad.

¿Existe alguna conexión entre la grave acusación que apunta a Dagatti y cía y la presunta estafa con criptomonedas que montó Centurión? Ni el fiscal córdobes Enrique Gavier, ni su par riocuartense, Miralles, pueden afirmarlo. Así las cosas, ambos episodios sólo quedan conectados temporalmente: los dos casos estallaron en la opinión pública, al mismo tiempo.

La Unidad Judicial de Banda Norte se encargaba de buscar el paradero. Allí, Matías Centurión es caso cerrado.

El León y el Gatito mimoso

Si miramos más allá de la Avenida España (y de la ciudad), durante su desaparición se registró otro desfalco con criptomonedas que haría empalidecer al propio Centurión. En la larga ausencia del joven que en 2023 manejaba en Río Cuarto las redes sociales de La Libertad Avanza, su máximo referente político, el presidente Javier Milei, protagonizó a mediados de febrero un escándalo a escala mundial promocionando en la red X la critpo $LIBRA que en cuestión de minutos atrajo (y liquidó) a 40 mil inversores.

Sólo la apatía y la desidia de la dirigencia política y de la Justicia explican que hasta el día de hoy no haya avances significativos en la investigación de semejante engaño perpetrado por quien detenta el máximo cargo de la Nación. Comparados los dos criptoengaños, el formidable fraude protagonizado por el León libertario deja la maniobra de Matías Centurión reducida al juego de un gatito mimoso.

Claro que no es precisamente esa la opinión de las numerosas familias que en Río Cuarto perdieron sus ahorros a manos del “experto en inversiones”. Para cada uno de ellos, el pacto que cerraron con Matías Centurión tuvo un efecto devastador. Aunque la inmensa mayoría no lo haya denunciado en Tribunales, la reaparición del muchacho del jopo –tan repentina como su desaparición- los pone otra vez en guardia y expectantes.

-Soy feliz si al menos me devuelve el capital que puse. ¿Los intereses? ¡se los regalo! –Confió por estas horas uno de los riocuartenses que creyó a ciegas en el “crack de las criptomonedas” y acabó con los bolsillos perforados.

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