Malvinas es todo el año

Para esta fecha la sociedad argentina se viste de “Patria”; se sacan banderas, se canta el himno, se homenajea a Veteranos de Guerra…. pero las Islas Malvinas, por su historia y por su presente, son desde el 1 de Enero al 31 de Diciembre.

 Es que el 2 de Abril en realidad se conmemora una decisión irreflexiva de la dictadura que se había iniciado en 1976. No debe olvidarse que el 30 de Marzo había habido una marcha de la CGT violentamente reprimida en Buenos Aires y en Mendoza asesinaron al dirigente sindical José Benedicto Ortiz, a manos de Gendarmería (¡caramba!).

Y 3 días después, la Junta Militar, con un grosero error de percepción geopolítico sobre qué podrían hacer el Reino Unido y los Estados Unidos de Reagan, desembarca en Malvinas y el “Proceso” vive un respiro.

La idea era “desembarcar para negociar”; lamentablemente, Cancillería omitió pedirle a la Junta que aceptara inmediatamente la Resolución 502 del Consejo de Seguridad que era una verdadera carta de triunfo, pues solamente exigía el “retiro de las fuerzas argentinas”, pero no el retorno de los británicos. Argentina bien podría haberle pedido a la ONU que se encargara, y allí EEUU no podría haber avalado que el Reino Unido atacara.

Pero no pasó así. El 10 de Abril, luego de entrevistarse con Alexander Haig (Secretario de Estado de Reagan), Galtieri sale al balcón de la Rosada e invita a la sociedad argentina a la guerra: “si quieren venir, que vengan; les presentaremos batalla”. Desde Malvinas, Mario Benjamín Menéndez pedía “calma” y “cordura”, pues advertía que “si los ingleses llegan y nos bloquean, será imposible sostener la situación”. Se necesitaban víveres, agua, ropa, medicamentos… y municiones.

Lo demás es conocido; Thatcher mandó más de 90 barcos, 4 submarinos nucleares y algunos convencionales. La decisión era sacar a los argentinos de las islas. Luego de la farsa de diálogo de Haig, EEUU apoyó al Reino Unido y la historia ya se sabe. Derrota el 14 de Junio, con Héroes, Caídos… y mucho dolor.

Pero también una deuda pendiente de la Democracia. Los gobiernos surgidos de las urnas a partir de 1983 carecieron de coherencia para mantener una política de Estado. Y ojo: no es “política de Estado” sacar la bandera y decir “las Malvinas son argentinas”. Se trata de tener una estrategia y sostenerla en el tiempo. Alfonsín tuvo una mirada; Menem, otra política y una indigna actitud de aceptar las exigencias de los malvinenses; De la Rúa, siguió la senda de Menem pero algo más duro; los Kirchner endurecieron los vínculos pero tuvieron contradicciones entre la política exterior y la comercial, que fue aprovechada por Londres; y Macri volvió a repetir los errores de Menem. Alberto Fernández no sumó ni restó (como en todo).

Y en tanto, el Reino Unido fortaleció su posición. Hoy, la “Fortaleza Malvinas” es impresionante. Y no está en Monte Agradable para defender a algo más de 1.500 malvinenses; está allí por otra cosa. Es que ¿nadie se ha preguntado por qué del Ecuador para abajo, en el Atlántico Sur gran parte de los archipiélagos están en poder del Reino Unido? Respuesta: el Siglo XXI es el Siglo de los recursos naturales. Esa será la causa de las nuevas confrontaciones.

Y Londres sabe que alrededor de Malvinas hay pesca de agua fría y cálida, y también se comprobó lo que la Misión Shackleton había expresado en 1975: la existencia de enormes reservas de petróleo y gas en la plataforma continental argentina. Así las cosas, Thatcher dio enorme autonomía al ilegítimo gobierno de las islas, el que no se cansa de otorgar licencias pesqueras a españoles, taiwaneses, chinos, coreanos, panameños y japoneses, que están depredando el Atlántico Sur. Además, ya licitaron zonas de exploración y explotación de petróleo con las que en 2026 aspiran a ganar más de U$S 54.000 millones.

Súmenle a todo lo que antecede el tema de los nódulos polimetálicos que están sobre la plataforma continental argentina, fáciles de extraer y que contienen varios minerales necesarios para baterías de celulares y de autos eléctricos. Y como si todo eso fuera poco, el Reino Unido logra controlar el paso bioceánico Atlántico-Pacífico, proyectándose hacia Antártida, la reserva de agua dulce más importante del mundo.

Mientras tanto, Argentina se alinea de manera acrítica con Washington, renuncia a construir un puerto de aguas profundas en el sur, acepta compartir con EEUU la base en Ushuaia y mantiene el radar inglés en Tolhuin. La “Puerta hacia la Antártida”, en tanto, está en Punta Arenas y estará en Puerto Argentino cuando Londres construya el megapuerto planeado.

No sirve ser “malvinero” desde el 2 de Abril al 14 de Junio; si no se entiende que Malvinas está en el eje del juego geopolítico global, y que los Gobiernos argentinos deberían construir una sólida política exterior y entender que sólo la confluencia Sur-Sur podrá ayudar a sostener los intereses nacionales permanentes, Argentina seguirá equivocándose, debilitándose y permitiendo que las principales potencias del mundo se arroguen derechos que no tienen.

Por todo ello, cada día que pasa es más que necesario recordar que hay 649 Caídos y miles de Héroes que caminan por las ciudades argentinas, y que son el espejo donde la sociedad debería buscar la dignidad perdida frente al mundo.

Cuidado, argentinas y argentinos: no vaya a ser que por no saber defender el país y sus intereses como adultos, se termine llorando como niños. De esta sociedad depende.

A VOLVER A MALVINAS PERO CON LA PAZ Y LA VERDAD; CON LA GUERRA NUNCA MÁS.

Compartir
Scroll al inicio