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Inédita decisión en tribunales de Río Cuarto
Con un martillazo se defendió de un golpeador y el juez la absolvió
Una mujer que venía sufriendo violencia familiar puso fin a la agresión de su pareja golpeándolo con una maza en el cráneo. Sucedió hace 2 años en una humilde vivienda del norte de la ciudad. Ahora, la Justicia resolvió que la riocuartense de 28 años actuó en legítima defensa y no irá a juicio
Un fallo del juez de Control y Faltas Diego Ortíz trajo alivio a una mujer riocuartense de 28 años que se encontraba acusada de lesiones graves calificadas por el vínculo, después de haber golpeado a su pareja con un martillo en la zona craneal.
La decisión del magistrado fue tomada el 4 de septiembre pasado y demostró que la acusada, Jenifer Maricel Cabrera, había actuado en legítima defensa la madrugada del 11 de septiembre de 2022 cuando en medio de una fuerte discusión con su pareja, Luis Estrada, logró quitarle un martillo de sus manos y le aplicó un certero golpe en la cabeza que lo dejó seriamente malherido.
La Sentencia número 94 del Juzgado de Control y Faltas que Otro Punto publica en forma exclusiva, cuenta con escasos antecedentes en la justicia local. Allí se describe que la acusada Jenifer Maricel Cabrera llevaba largos meses sufriendo constantes golpizas y amenazas por parte de su pareja, un hombre con una fuerte adicción a las drogas. Por ese motivo, la determinación del magistrado tuvo en cuenta el hostigamiento que la mujer venía padeciendo para dictar el sobreseimiento. Es decir, que Cabrera queda libre de culpa y cargo y no será sentada en el banquillo de los acusados.
La noche del violento desenlace, la mujer había llegado a su domicilio de calle Río de la Plata (norte) a unos 150 metros de Ruta A005, junto a su beba de 2 años cuando empezó a ser increpada por Estrada para que le entregara unas zapatillas nuevas que ella se había comprado, con la intención de venderlas para comprar drogas.
Cuando declaró en tribunales junto a su abogado defensor, José Sagarraga, la mujer dijo que esa situación enfureció a su pareja quien empezó a golpearla con un martillo con la intención de que le entregara lo que le estaba exigiendo.
El relato pormenorizado que la acusada hizo en tribunales se retrotrajo horas antes del violento episodio. “Ese domingo llevé a los nenes a la casa de mi mamá y volví a las seis de la tarde. Luis se había quedado toda esa tarde en mi casa drogándose. Hacía una pipa con una mezcla rara con bicarbonato o algo así”, confió.
Ya en horas de la noche, ella se acostó junto a su beba, pero su pareja seguía alterada yendo y viniendo por la casa. “Entraba y salía de la pieza hurgando cosas. No lo miré bien porque ya sabía que estaba drogado. Luego, me despertó dándome golpecitos con la maza y diciéndome “te voy a pegar, te voy a pegar”. Y me preguntaba dónde estaban las zapatillas que me había comprado”.
La mujer se levantó, fue en busca de las zapatillas, se las colocó y se volvió a acostar. Pero el altercado no quedó ahí. “Al rato vuelve con lo mismo y me pega dos piñas en la cabeza. Ahí me levanté y empezamos a forcejear, agarré la maza que él tenía en la mano y le pegué. Cuando vi que cayó en la cama me fui a la casa de mi hermana y llamamos a la policía”, confió.
El inusual fallo “con perspectiva de género” afirma que “los antecedentes de episodios de violencia física sufrida con anterioridad por parte de Cabrera motivó que ella, teniendo en cuenta que Estrada no cesaba con su violenta actitud, reaccionara de la manera en la que lo hizo, es decir, quitándole de las manos el arma con la que éste la estaba golpeando y como extrema reacción y para defender su vida y la de su pequeña hija, acometer con dicha maza en contra de Estrada provocándole el cuadro de lesiones acreditado por la Instrucción”.
Así, la resolución del juez de Control que dicta el sobreseimiento de Cabrera le permitirá continuar en libertad, pese a la severa lesión que le provocó a su pareja.